Agentes de la Policía autonómica catalana han tenido que asaltar una vivienda en el barrio barcelonés de Sant Gervasi por un secuestro frustrado que ha acabado con tres detenidos y la liberación de los dos rehenes. La intervención coordinada de la Brimo, de la unidad de secuestros y el GEI de los Mossos en la calle Amigó ha finalizado sin heridos. Los captores se han visto obligados a liberar a los retenidos por los que pedían un rescate de 370.000 euros. Todo apunta a que se trataría de un ajuste de cuentas entre mafias chinas implantadas en la Ciudad Condal.