El trasiego constante de vehículos sanitarios y de rescate revela la gravedad del accidente. Ha ocurrido a 900 metros de profundidad. Hay imágenes del interior de la mina del simulacro de accidente grabado y publicado por la propia empresa durante la semana de la seguridad. Los rescatadores trabajan en este entorno para poder llegar hasta los accidentados. En la mina se extrae potasa, una materia prima que sirve, por ejemplo, para elaborar fertilizantes. La última inspección fue hace apenas tres semanas. Un hombre se ha acercado al lugar porque su hijo es uno de los rescatistas. Su congoja refleja el sentimiento de toda la comarca, un lugar social y económicamente ligado a la mina y que vive ahora sus momentos más amargos.