Paseaban por un carril bici cuando fueron embestidos por un coche a toda velocidad. Dos de los cuerpos salieron despedidos. El estruendo sacó del bar a Jesús, que se encontró el coche empotrado contra una valla y a las tres víctimas en el suelo. El coche no paró, continuó la marcha chocando contra otro vehículo y estuvo a punto de atropellar a dos peatones más, que se salvaron porque saltaron a la cuneta. El conductor, de 73 años y vecino de Suesa (Cantabria), que ha quedado en libertad con cargos, triplicaba la tasa de alcohol y también dio positivo en drogas. Ha destrozado a dos familias de Sestao y La Rioja. Las víctimas llevaban toda la vida hospedándose en el camping de la localidad, donde eran muy queridos.