El Primer Ministro británico ha fallecido en misteriosas circunstancias. Su funeral es un evento al que acuden todos los líderes relevantes de Occidente. Pero lo que comienza siendo el evento con más seguridad del planeta se convierte en un complot mortal para acabar con los líderes más poderosos del mundo, devastando la capital británica, y desencadenando el terror. Sólo tres personas pueden detenerlo: el Presidente de los Estados Unidos, su jefe del Servicio Secreto, y una agente del MI-6 que no confía en nadie.