Cuando Sune descubre que su amada Sophie está a punto de irse a las montañas a esquiar con Santos, un atlético y apuesto compañero de clase, convence a toda la familia Andersson para seguir a la chica, a pesar de que no puedan permitirse un viaje de ese tipo y, además, no sepan esquiar. Pero Sune logra engañar a su padre Rudolf diciéndole que el viaje ya está pagado por la familia de Sophie. Una vez allí, las dos familias deben compartir cabaña, mientras Sune solamente tiene en mente un objetivo: recuperar a Sophie.