Adrien ya está en la cuarentena, pero sigue siendo un inmaduro, por lo que Maude, su pareja, harta de él y con ganas de formar una familia, lo deja. En un intento por recuperar el amor de su vida, Adrien decide convertir la casa que compartían en una guardería y demostrar así que es responsable y capaz de cuidar de los niños. Sin embargo, a la hora de la verdad, no será tarea fácil.