María, una chica de unos 40 años algo descuidada, se entera de la muerte de su madre, con la que tenía un gran distanciamiento. Con la ayuda de Isabel, una maruja que sabe todos los cotilleos del barrio, se dispone a vestirla con la mortaja que siempre quiso, pero mirando dentro de la caja, descubren un traje de flamenca, y deciden vestirla y maquillarla como si este fuera el último deseo de su madre.