Corrían los últimos minutos del partido clasificatorio para el Mundial de 2014 entre Ecuador y Argentina cuando, con 1-1 en el marcador, Javier Mascherano se retiró en camilla para ser atendido en la banda. No se sabe si por las prisas o por los nervios, al jugador del Barcelona no se le ocurrió otra cosa que propinarle una patada al conductor de la camilla rodante que le transportaba. Ante la incredulidad del propio Mascherano, y las protestas incluidas de Messi, el defensa fue expulsado.