La selección de Brasil se juega este sábado suavizar el cruel recuerdo que este Mundial ha dejado grabado en las mentes de millones de aficionados. La goleada de Alemania en semifinales ha dejado a la 'canarinha' tocada, pero no hundida. El equipo de Scolari afronta la final de consolación con ganas de demostrar que Brasil ha trabajado bien y que los resultados de un único partido no deben empañar el conjunto. "Ellos hablarán y veremos qué ocurre. Creo que entienden qué he hecho bien y qué cosas he hecho mal.