Aterrizaron el lunes en Torrejón, directos de China, un millón de test rápidos comprados por el Gobierno. Nueva partida envuelta también en polémica. Sanidad reconoce que no podrán ser utilizados de forma rutinaria para diagnosticar la enfermedad. No son fiables, cien por cien, en pacientes recién infectados. Tienen una sensibilidad del 80% en enfermos que llevan siete o más días contagiados. Por eso, se usarán, ha dicho Illa, en entornos con prevalencia alta de la enfermedad como hospitales y residencias de ancianos.