Todo un catálogo de propuestas para un desconfinamiento seguro en el sector turístico. La base de todas ellas es evitar las aglomeraciones. Por eso, en lugares como Valencia apelan a la amplitud de sus playas para reabrirlas cuanto antes. En Madrid, los hosteleros proponen ampliar las terrazas para proteger a la clientela. Y facilitar la instalación a los que no la tienen. Los hoteleros del archipiélago balear apuestan por una especie de pasaporte inmunitario. En otros casos las medidas son ya una realidad. En Barcelona no abrirán los chiringuitos playeros por primera vez en décadas. Es una cuestión económica, porque aseguran que resulta inviable el pago del canon de hasta medio millón de euros que abonan al Ayuntamiento. Dicen que la rebaja que les ofrecen es insuficiente. El caso es que hay muchas situaciones dispares y por eso todos reclaman lo mismo. De momento, ni siquiera se ha establecido un protocolo de seguridad.