Tan disputado estaba el punto entre Sara Sorribes y Katerina Siniakova para romper el 'deuce' en el cuarto juego del segundo set que hasta una ardilla no resistió la tentación de verlo de cerca. Cuando el animal se adentró en la pista, el punto se aproximaba a la treintena de golpes. La tenista de la Vall d'Uixó, que había perdido el primer set en el 'tie-break', dominaba en el segundo por 3-0 y resistía al servicio para agrandar la distancia.

Sin embargo, a la postre, el intercambio de golpes se fue al limbo. El juez de silla detuvo el juego para permitir que un par de miembros de la organización del torneo WTA 1000 de Montreal intentasen capturar a la ardilla. Pero esta se zafó entre las gradas y ya no se supo más de ella.

El punto se repitió, Sara se impuso en dicho juego para acabar sellando un rotundo 6-0. Después de adjudicarse también el tercer set por 6-3, la castellonense accedió a los cuartos de final, ronda en la que este viernes se enfrentará a otra jugador checa, Karolina Pliskova.