Este sábado visita Orriols un futbolista por el que el Levante UD llegó a plantearse el pasado verano la posibilidad de pagar cinco millones de euros: Sidnei Rechel. El central del Deportivo estuvo encima de la mesa para reforzar el eje de la defensa, donde también fue objetivo el getafense Velázquez.

En plenas conversaciones con Jorge Mendes, de cuya mano llegó Ghilas y se tanteó la opción imposible de Cavaleiro, Manolo Salvador y Quico Catalán estudiaron la conveniencia de hacer un desembolso con el que Sidnei se habría convertido en el fichaje más caro de la historia. A la postre, los granotas firmaron a Deyverson por 1,8 millones y en breve a Cuero por algo más de tres si fructifican las gestiones con el Banfield.

Sidnei era un central de consenso, aunque finalmente su año de cesión en el Deportivo fue determinante para que los gallegos ganaran la partida de cara a las negociaciones con el Benfica. El central brasileño gustaba y mucho, aunque económicamente el montante de la operación era desorbitado. Y eso por más que Mendes pudiese prometer una futura venta con plusvalía, al estilo de lo que pudo ocurrir años atrás con Diego Costa. El actual delantero del Chelsea, que también estuvo en la órbita del Valencia, fue uno de los objetos de deseo en Orriols.

A sus 25 años, cuando el Levante se planteó su fichaje, Sidnei tenía una temporada más de contrato con el Benfica, donde se quedó sin hueco en la plantilla por su condición de extranjero. Formado en la cantera del Internacional de Porto Alegre, firmó por el Benfica en 2008, aunque salió cedido en 2009 al Besiktas y en 2013 al Espanyol, donde hizo sus pinitos en la Liga antes de la cesión al Deportivo. Habitual en las categorías inferiores de la canarinha, el Benfica pagó cinco millones por la mitad de su pase cuando sólo tenía 19 años. Tras una primera temporada de titular con Luisinho, acabó de suplente de David Luiz y tras volver de Turquía hasta pasó por el filial antes de impulsarse ya en A Coruña.