La imagen de la derrota y de la "frustración" quedó expresada en el entrenador de los Magic de Orlando, Stan Van Gundy, después que su equipo perdió por 86-99 en el quinto partido de las Finales de la NBA, y se quedaron sin el título de liga por segunda vez en la historia del equipo.

"No tuvimos opción a conseguir la victoria porque los Lakers siempre respondieron cuando intentamos reaccionar después de permitir un parcial de 0-16 en el segundo cuarto", declaró Van Gundy. "Lo intentamos todo y no salió nada".

Van Gundy admitió que su equipo no dio la mejor imagen después de haber tenido a los Lakers contra las cuerdas y no ser capaces de hacerles daño.

"Ahora hay que mirar atrás y no quedarnos sólo en lo que hicimos en las Finales sino todo los logros importantes del equipo durante la temporada", comentó Van Gundy. "Se que no será fácil, que en estos momentos hay hundimiento y desolación, pero en el deporte se gana y se pierde".

Sin embargo, la figura de Van Gundy ha quedado ya marcada en la historia del equipo y de la NBA como el entrenador que las estrategias que diseñó en los momentos decisivos no le permitieron al equipo conseguir el triunfo.

"Ya dije que aceptó toda la responsabilidad, pero aunque hubo errores hay que darle crédito al equipo rival", comentó Van Gundy.

"Seré el primero en hacerme una autocrítica a fondo para conocer con todo detalle lo que ha sucedido".

De momento, las estadísticas del quinto partido dejaron una mala actuación del líder del equipo, el pívot Dwight Howard, que salió al campo sin motivación, fuerza y sobre todo convencimiento que podían ganar el partido.

Tampoco estuvo afortunado el ataque de los Magic al conseguir sólo 8 de 27 triples cuando en la mayoría de ellos no sintieron la presión de la defensa de los Lakers.

"Me quedo con la imagen que nuestros jugadores lucharon al máximo por ganar cada partido, luego en el campo las cosas no salieron como esperábamos, pero así es el deporte", señaló Van Gundy.

El argumento del entrenador de los Magic no estaba en sintonía con el pensamiento de los espectadores que al concluir el partido le dedicaron algunos silbidos de desaprobación.

"Soy profesional y entiendo la frustración que se siente cuando llegas a unas Finales de la NBA después de 14 años de ausencia y las pierdes de esta manera, pero ahora más que nunca hay que mirar al futuro con optimismo", destacó Van Gundy. "Los que tienen que recibir el apoyo y reconocimiento son los jugadores".

Sin embargo, entre los jugadores de los Magic ya se ha establecido un sentimiento de que los Lakers son los nuevos campeones de la NBA, gracias a los dos regalos que su equipo le hizo en el segundo y cuarto partido.

"No seré yo el que vaya a cuestionar el pensamiento de los seguidores y jugadores, pero dentro del equipo todos luchamos al máximo por conseguir los triunfos en cada partido", argumentó Van Gundy. "Tal vez hubo errores, pero los mismos no deben descalificar toda la gran labor de equipo que se hizo durante una temporada".

La frustración de los Magic es ver como después de 14 años, la historia se repitió en las segundas Finales que disputó el equipo, al no ser capaces de ganar en los partidos decisivos y de alguna manera facilitarse el camino del triunfo, primero a los Rockets de Houston (1995) con barrida de 4-0 y ahora a los Lakers (4-1).

"Como buenos deportistas tenemos que felicitar a los Lakers por conseguir el título y darle las gracias a todos los profesionales de los Magic que completaron una gran temporada, en la que para nadie contábamos que íbamos a tener la oportunidad de disputar unas Finales", subrayó Van Gundy.