La NBA continúa en estado de 'shock' después de lo sucedido en la madrugada de domingo al lunes. Nada más terminar el partido del All-Star, la bomba explotaba en forma de traspaso inesperado. Los Sacramento Kings enviaban a DeMarcus Cousins, uno de los mejores, si no el mejor, pívot de la NBA, a los New Orleans Pelicans. Un movimiento sorprendente, pero más todavía tras ver lo que los Pelicans envían a los Kings a cambio de 'Boogie'. En concreto, su primera ronda del próximo draft -con suerte una ronda alta de lotería-, a Buddy Hield -un 'rookie' que está defraudando en su primer año- y Tyreke Evans -un veterano que está más tiempo lesionado que en cancha-.
El traspaso de un All-Star como Cousins ha sacudido los cimientos de toda la NBA, pues muchas franquicias, como los Boston Celtics, tienen que estar ahora tirándose de los pelos por no haber negociado más activamente por hacerse con un jugador capaz de marcar diferencias como pocos. Otra de las franquicias interesadas en Cousins eran los Lakers, que negociaron pero no quisieron ceder a su última elección del draft, Brandon Ingram.
Desde el punto de vista de los Kings, resulta difícil encontrar sentido a la operación y sus aficionados no han tardado en mostrar su total desacuerdo con el movimiento realizado por su General Manager, el exjugador Vlade Divac. 'Regalan' a Cousins, al que le queda año y medio de contrato, a cambio de prácticamente nada, y todo porque no querían pagarle una extensión de 200 millones de dólares la próxima campaña. Ahora, comienzan el camino de una larga reconstrucción en la que parece que tendrán mucho papel los jugadores internacionales, empezando por su última elección en el draft, precisamente un pívot, el griego Georgios Papagiannis.
Del lado de los Pelicans, estos son claramente los vencedores del traspaso, aunque su felicidad no debe ser completa. Primero porque Cousins había avisado que no iba a renovar con el equipo al que fuera traspasado, y ahora seguramente optará por cumplir su contrato y ser agente libre al estilo de Kevin Durant el año pasado, y esperar a que le lluevan ofertas millonarias de media liga. Segundo, en el apartado deportivo, porque en una NBA en la que cada vez se tiende más al 'small ball' y a jugar con solo un hombre alto, juntar en un equipo a dos All-Star como Cousins y Anthony Davis puede terminar siendo contraproducente. Eso, solo el tiempo lo dirá.
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