Dice Florentino que el partido ante el Barcelona fue el «peor en la historia del Real Madrid», pero por lo visto y por lo oído por alguno de los cavernarios, salir a celebrarlo como lo celebraron los barcelonistas o alegrarse inmensamente hasta el punto de que casi me da igual lo que pase el sábado —porque ya voy servido— es poco menos que un pecado. ¡Envidia es lo que tengo yo! ¡Mucha envidia!

Rapidito y al lío

Hace gracia verles admitir el excelente juego del Barça en apenas un minuto para tirarse media hora despotricando de Piqué porque enseñó al Camp Nou la mano con los cinco dedos. Cinco como cinco soles y como cinco goles. Está claro que el único que puede hacer gestos en ese estadio es Raúl, el que ahora ´tira del carro´ en el ´Schalke 07´ y que un día marcó un gol allí y se llevó la mano a los labios, como diciendo ´todo el mundo calladito que este partido se lo lleva el Madrid´. Eso sí se puede hacer, porque claro, eso no es una provocación, pero enseñar la mano con los cinco dedos, uno por cada gol, es provocar. También puede Mou llegar al campo del Milan y enseñar a los aficionados tres deditos de su manita, uno por cada título que ganó siendo entrenador del Inter de Milán —eterno rival del Milan—. Eso no es provocar aunque, como Raúl, lo dediques a la afición contraria. Lo de Piqué no sólo es una provocación, es un insulto. Pues chicos, si os pica, os rascáis. Nunca entenderéis que son actitudes como estas la que fomentan sentimientos como el mío.

Mentiras

Un periódico de provincias como en el que yo escribo no puede decir —de hecho sí lo dice— que Cristiano Ronaldo es un chulo, pero uno de la meseta sí puede disfrazar a Villa con la camiseta del Madrid y poner que está fichado y decir también que Mata ya está fichado por el Barcelona. No quiero meterme en la casa de nadie, pero a día de hoy, afortunadamente, Villa no juega en el Madrid —lamentablemente juega en el Barcelona— y Mata sigue en el Valencia... ¡Y por muchos años! ¿Quién dice la verdad y quién ha dicho una mentira —o dos—?

No jugamos...

Me toca las narices que la respuesta al ridículo futbolístico sea dar por sentado que el sábado le van a ganar al Valencia. Me toca las narices que no nos tengan en cuenta como rival. No digo que no hayamos hecho méritos para que no se nos tenga en cuenta en el Bernabéu, pero siempre piden respeto al Madrid los más irrespetuosos. Y me toca las narices que vosotros, precisamente vosotros, tratéis de darnos clases de ética y de periodismo. Por ahí no paso. A vosotros, cavernarios de la meseta madridista, os recuerdo que estos días hemos asistido al mayor despropósito periodístico que se ha visto en años: en vuestros dos periódicos deportivos cuyo nombre no diré pero que todo el mundo sabe de qué pie cojean —no hay más que ojearlos estos días—, tenéis dos analistas arbitrales que analizan cada jugada sentados frente a un televisor y después de muchas repeticiones. Es decir, vuestros dos analistas arbitrales no toman decisiones en caliente ni en milésimas de segundos como tiene que hacer un árbitro durante un partido —no trato de exculpar sus errores, simplemente describo—. Pues bien, vuestros dos analistas arbitrales, en calidad de analistas y de ex árbitros —que no en calidad de madridistas dogmáticos y pelotas de la fe Florentiniana—, escribieron al día siguiente del partido que lo de Valdés sobre Cristiano no fue penalti. En cambio, en las dos portadas de estos dos periódicos salía «Iturralde se tragó un penalti de Valdés a CR 7 en el minuto 38´ e ´Iturralde puso su granito de arena ignorando un penalti a Cristiano...´. De verdad, ¿de qué vais y de qué os disfrazáis? ¿A quién queréis dar clases y de qué? Por cierto, enhorabuena a Rafa Guerrero y Urizar Azpitarte. PD: Esas son mis verdades y no me voy a callar, porque como dicen los Benito Kamelas «seguiré con mi camino, sin miedo al que dirán, todo me da ya lo mismo, su puto bla bla, que ellos sigan criticando sin razón, sin saber como soy yo...». Y como dice el Rulo, «no me importa el qué dirán, me importan los de verdad, los que comparten mis días». Y estos días, amigos, los comparto con vosotros. No con ellos —Ah, y si en la cueva de Alí Babá rascamos algo este sábado, eso que nos hemos encontrado, pero ´lo que va davant, va davant´—.