Con permiso de Cañizares y su programa de la tele —chincha rabia, Cañete, que el mío mola más— empiezo el día con energía porque hoy es el de después, es decir, el día después. Y aunque sé que si hacemos caso a Fito con eso de que los bares se deben abrir para cerrar las heridas podríamos acabar bastante borrachos —yo al menos— porque la herida de Londres y la Champions todavía escuece mucho, siento que tengo la obligación de decir que ya se me ha pasado para ver si así ayudo a alguno más alicaído que yo a darse cuenta de que hoy podemos comprender que el miedo se puede romper con un solo portazo —o con tres puntos, como se quiera mirar—. Hoy es nuestro día después, el día perfecto para querernos como nadie nos ha sabido querer, para ganar y olvidar, para mirarnos al espejo y decir «somos el Valencia... a pesar de todo». Hoy, precisamente hoy, el día del clásico entre el Real Madrid y el Barcelona, tenemos que descubrir que el fútbol no sólo está hecho para ellos dos aunque el mundo se pare para verlos jugar a mentir y a engañar al árbitro. Hoy, nos pondremos las botas y con los ´tacones´ haremos que suenen nuestros pasos en la Liga, punto tras punto y victoria tras victoria para acercarnos a los guapos y a los galácticos y así mirar p´alante y ser felices aunque el invierno sea frío y sea largo sin la Champions. Sí, ya sé que otra vez me pongo melancólico y que tiro del recurso fácil de escuchar la canción que me anima en los tiempos difíciles para copiarla sin rubor y arrejuntar cuatro letras que engañen al personal. No lo niego, es lo que he hecho hoy porque la neurona no me da para más y, sobre todo, porque aunque pienso todo lo que escribo, no escribo todo lo que pienso. Hoy es un día de esos en que el personaje supera a la persona. Hoy no importa mi opinión, hoy importan los de verdad y los que comparten mis días. Hoy importa ganar.

Lo que me interesa

Por cierto, de Bebe me interesan más sus canciones —algunas— que lo que dice. Queda muy rebelde eso de salir en público y ponerse machote, de hecho, si lo piensas, es más fácil decirlo que hacerlo. Quiero decir, que es más fácil decir que ´te la pela todo´ que llevarlo a la práctica diariamente. Por ejemplo, he visto la película ´Lemy the movie´, va sobre la vida del líder de Motorhead, y, chica, eso sí son algo más que palabras al viento —amiga, si no querías ir, pues no haber ido, pero ir ´pa ná´ y para hacer la tonta, es tontería—. Tampoco me gusta que ponga a todos los periodistas en el mismo saco. Sinceramente, como artista, a mí ni se me ocurre comparar a Bebe con Bustamante o Bisbal. Sería un sacrilegio; y en eso, supongo, sí estaremos de acuerdo.

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