Ha sido curioso. El otro día escribí un artículo que tenía ganas de escribir aunque tal vez ni yo mismo me daba cuenta de que tenía ganas de escribirlo. Se titulaba ´pues yo voy a defender al Valencia´, y prometo que cuando iba en el coche camino de casa por el by-pas escuchando al Robe Iniesta y su ´nana cruel´ „obra maestra que aprovecho para recomendar„, hasta llegué a temer que a la gente no le gustara y me dijeran de todo por tener la osadía de escribir bien del Valencia con los tiempos que corren. Pensaba incluso que por escribir un artículo titulado ´pues yo voy a defender al Valencia´ me iban a caer palos. Y lo pensaba convencido porque uno mira adelante, atrás, a izquierda y a derecha y solo encuentra que valencianistas disgustados con Peter Limy con razón, aunque ya no es ni necesario que enumeremos las razones porque nos las sabemos de memoria. Pero mira por donde que no recibí ni una sola crítica al artículo, o mejor dicho, ni una sola crítica a la defensa del Valencia en aquello que lo defendí. La respuesta de la gente se puede resumir en algo similar a esto: «Carlos, eres un primavera, si todos queremos defender al Valencia, lo que pasa es que nos lo ponen muy difícil». Con esto se hace evidente que la línea que separa el cariño del enfado es tremendamente fina cuando el amor por algo es tan grande, y explica además tanto mosqueo, porque la decepción que tiene la gente con Lim es muy gorda. A ello se suma la debilidad del club en el mercado de futbolistas „que es la salsa del verano„ provocada por un propietario que va a su bola, y el resultado no puede ser otro que la falla ´encesa en flama´ porque el amigo Lim se lo ha ganado a pulso. Pero eso no quita para decir que al final uno tiene la sensación de que el Valencia no tiene quien le defienda y por ejemplo Dani Parejo a pesar de que en el primer partido amistoso Ayestaran lo quitó antes de la media hora de partido porque no aguantaba más lo que estaba viendo.

PD: Si buscan a alguien que defienda al Valencia porque sí, porque sí y porque sí, yo no soy su hombre... Lo siento. ¿Me explico?

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