Sin rodeos; que el Valencia es un desastre y que lleva varios años haciendo las cosas del revés no seré yo quien lo niegue, pero no vale echarle la culpa de todo lo que pase. O dicho de otra manera, no vale que el Valencia lo hace bien si ficha al entrenador que a mi me gusta, y el Valencia lo hace mal si el entrenador que quiere fichar no me gusta.

Entre Marcelino y Setién me quedo con el primero por varios motivos, uno porque es ´el millor regaor del món´, y el segundo porque admito estar muy marcado por el Valencia de Benítez, tanto, que soy de los que piensa que la mejor manera de ser competitivo es haciendo el equipo desde la defensa, y sin ir más lejos, esta temporada Simeone quiso jugar a fútbol de toque y cuando llegó navidad ya no tenía opciones de ganar la Liga, pero una cosa es lo que a mí como aficionado me guste y otra criticar al Valencia porque los gustos de los que mandan no coinciden con los míos, más que nada porque de eso el Valencia no tiene la culpa.

¿Qué será lo próximo, criticar a Alexanko porque le gusta, por ejemplo, David Bisbal? Seamos serios y tengamos un poco de calma, porque de criticar al Valencia porque no ficha al entrenador que a mi me da la gana a tratar de imponerle directores deportivos, secretarios técnicos, ojeadores y presidentes, hay un paso... Otra cosa es si el entrenador que ficha el Valencia no tiene nivel y lo sabemos de manera manifiesta, como fue el caso la temporada pasada de Pako Ayestaran. Aunque mira por donde, los mismos que aplaudían el fichaje de ´Pako rolling stone´ critican ahora el intento de fichaje de Marcelino. Y son curiosamente los que bendecían la renovación de Voro al tiempo que pactaban críticas y silencios con el de siempre, Damià Vidagany, cuando desde dentro del Valencia promocionaba campañas en contra el director deportivo que él mismo había propuesto a Layhoon... ¡Toreros! Por cierto, la imagen de Layhoon y Kim Koh sonriendo en el palco de Mestalla el pasado domingo, por más que la sonrisa no fuera más que un instante y motivada por cualquier cosa insignificante, ´retrata´ fielmente uno de los problemas del Valencia de Meriton, la inadaptación. El equipo no se juega nada, el estadio tiene un aspecto desangelado porque la afición no acude, el valencianismo sufre por su equipo, y ellos tan tranquilos y felices en el palco. Es lo normal, si ven al dueño posar sin reparo con la camiseta de Cristiano Ronaldo.

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