Hoy me acuerdo especialmente de Pepe Domingo Castaño, el de la Cope y los puritos, que tras la victoria del Real Meseta en Mestalla decía que en Valencia había muchos periodistas de bufanda, y no como ellos, que son ejemplo de ecuanimidad y objetividad sin par. El partido del Real Meseta ante el PSG era buen día para calibrar cuánto de objetivos son ellos, y lo son tanto, que hace tiempo que no recordaba a tanto periodista junto tan nervioso.

Mira que hacen bien la radio deportiva esta gente -porque desde el punto de vista formal son unos fenómenos, otra cosa es si lo que dicen te gusta más o menos, para que me entiendan, me gusta mucho cómo lo hacen pero alguna cosas que dicen me ponen enfermo-, pero con el partido 0-1 y 1-1, estaban tan histéricos que hablaban y hablaban tanto, y opinaban y opinaban cada uno por encima del otro, que aquello por momentos era casi lo de Sálvame Deluxe.

Lo que no termino de entender es porqué se ponen tan nerviosos si ellos no son de ningún equipo y se limitan a contar las cosas sin bufandas que les cieguen. Y que no me venga nadie con el cuento de que era un equipo español contra otro francés, porque a mi Pepe Domingo me llamó bufandero por un partido de un equipo madrileño contra otro valenciano, y yo, antes que nada, me siento valenciano y muy mucho valenciano.

Pero seguimos. El caso es que va y Sergio Ramos toca el balón con la mano en el área del Real Meseta y... ¡se hace el silencio! De repente, como medio callando uno dice "a mi no me parece penalti" y poco a poco todos se animan "es que no tiene intención de tocar con la mano" y bla, bla, bla. Todo termina cuando Paco González, periodista al que admiro y no poco, dice minutos después "cuanto más veo lo de Sergio Ramos, más penalti me parece...". Remata la faena Poli Rincón -que hasta que se demuestre lo contrario es comentarista de la Cope y por lo tanto se le exige la objetividad que ellos denuncian que otros no tienen y si no haberte callado Pepe Domingo- y sobre el piscinazo de Modric que le cuesta la amarilla a Rabiot dice que "es bueno, el piscinazo es bueno".

¿Pepe Domingo, una bufanda? El broche de oro es para Roberto Gómez, a quien se le llenó la boca hablando del árbitro del derbi en Mestalla y tras el partido del Madrid ante el PSG dice en Radio Meseta "a mí no me gusta hablar de los árbitros, hay que dejarlos tranquilos". Cada vez tengo más claro que el pecado del Valencia ante el Levante fue no permitir que el Real Meseta se pusiera tercero en la clasificación.

Más artículos de opinión de Carlos Bosch, aquí.