Maravilloso pastel el que horneó el equipo en Mestalla! Una vez más. No tengo palabras. Estoy emocionado. El fútbol no deja de sorprenderme. Nunca habría podido sospechar que pudiéramos marcarnos un añito así. ¡Luego dirán que el fútbol no tiene emoción! Estar pendientes de los resultados del Eibar, del Betis o del Depor para saber si acabamos undécimos o decimocuartos colma las aspiraciones de cualquiera, no tiene precio. Y gracias. Gracias por la sangre, el sudor y las lágrimas. De verdad. Pero acabemos con esta farsa ya y váyanse de vacaciones, más que nada porque si nos descuidamos y la cosa dura tres partidos más volvemos al agujero.

Fortín inexpugnable

Ni honra, ni honor, ni pundonor ni dignidad. Mestalla no es un fortín, es un buñuelo, un dónut con un agujero en medio por el que se escapan puntos con afán de récord histórico. Peor clasificación liguera desde la 87/88. ¡Que no se diga que no queríamos celebrar por todo lo alto el aniversario de la Recopa contra el Arsenal, hace 36 años! Todo lo cual demuestra que al equipo lo salvó la afición, que apretó dientes y bramó en los partidos clave. Porque muchos de estos se van, de eso no cabe duda. Pero los que seguro que el año que viene estamos aquí somos nosotros. Y no estábamos dispuestos a quedarnos con la cara del rinoceronte del antiguo zoo de Viveros. Eso sí, como el viernes no nos jugábamos ni la honra el partido fue una película muda.

La tele

Tampoco ayudó el horario. Tebas, quizá encabronado con el Sevilla por la alineación de la semana pasada, parece que les negó la deferencia de jugar el viernes... y a pagar-ho poca roba. ¿Qué culpa tendrá la afición del Valencia de la vida y miserias del Sevilla? ¿Por qué nos ponen un partido la tarde de un viernes laborable? ¿Y el club, qué dice? ¿Qué va a decir...? No pintamos nada. La televisión cambió el fútbol, indudablemente, porque a los jugadores los retransmiten siempre estén donde estén, no como antaño, que se iban a jugar a Logroño u Oviedo y volvían escaldados sin puntos, y el aficionado no entendía nada porque sólo veía un minuto de resumen en Estudio Estadio. Ahora la exigencia es inmensa porque hay mil cámaras. A cambio, el fútbol es para los que practican sillón-ball en casa. Da igual que no vaya ni el tato, o que se te quiten las ganas de ir. Lo importante era castigar... al Sevilla.

¡Quique!

Pako Ayestarán hizo una defensa de sí mismo en una rueda de prensa subidita. Puede generar cierta animadversión, ¡pero es que nunca estamos contentos! Tenemos un tío que es profesional, entrena y es una máquina de generar titulares, una auténtico RocknRolla. Lo que pasa es que como no tiene abuela se defiende a sí mismo. Claro, eso desde el punto de vista del marketing no es lo ideal, porque no eres muy objetivo. Pero claro, ahora suena Quique Sánchez Flores. Y yo, qué quieren que les diga, soy muy de Quique. Es un profesional como la copa de un pino con experiencia sobradísima y una personalidad brutal. No salió a hombros en su última temporada aquí, pero esta es su casa. Puede volver cuando se le antoje, y siempre nos dará un plus de todo lo que ahora mismo nos falta. Quien me lo discuta tendrá que gastar mucha energía. Si fuéramos ingleses le tendríamos en el altar correspondiente.

Política de empresa

Y a Meriton hay que dejarle trabajar, a ver si encuentra la tecla. Eso sí, si me permiten la opinión, el fútbol se parece cada vez más a la política. ¿Y qué pasó cuando los políticos dejaron de hacer política y se dedicaron a maniobrar en las cajas de ahorro? Pues solamente que se hundió el mundo. Salvando las distancias, el mensaje es: hay que dejar a los técnicos hacer sus trabajos. Se requiere una jerarquía, claro, pero en marketing tiene que estar el mejor de marketing, en tesorería el mejor contable y en dirección deportiva el mánager adecuado. Y las alineaciones, para el del chándal. Que las corbatas dejen hacer su trabajo a los borceguíes. Que elijan el perfil que quieren para su proyecto, pero que resistan la tentación de opinar y decidir. Esto no es el FIFA pro manager. En la élite, los competidores directos que están triunfando ya funcionan así, cada uno en lo suyo.

Elucubraciones

Me flipan las reuniones a pie de césped. Suso charlando con Layhoon y Kim Koh tras acabar el encuentro haciendo un brainstorming ahí, al aire libre. claro Aunque se agradece, porque últimamente se percibe mucho hermetismo. Que está bien ser discretos para asegurar operaciones de compraventa, pero de ahí a que el socio no tenga ni papa de nada va un mundo. Al fin y al cabo, el fútbol vende porque los aficionados tienen ilusión. Y la prensa es la encargada de contar noticias y generar ilusión. Si el club se blinda en exceso todo es misterio y oscuridad, como en Mordor. Entiendo que se quieran evitar elucubraciones, pero el hermetismo precisamente genera eso, elucubraciones. Y al aficionado hay que cuidarlo. Los dirigentes suelen querer controlar la información a través de los cauces oficiales. Pero la verdad no siempre está en la información más oficial. A lo mejor la solución es la transparencia. Se agradecería porque con todo el trasiego que se nos viene… ¡Menudo veranito nos espera!

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