Resulta difícil conseguir un monoplaza que se comporte con superioridad en todas las pistas. Mercedes lo ha hecho durante los últimos tres años: cuando el chasis no era suficiente, allí estaba la potencia de su motor para compensarlo. Solo en el gran premio de Singapur en 2015 estuvieron realmente perdidos. Ayer, en Mónaco, no les valió ni el poderío de su motor ni la configuración del chasis. La batalla -distancia entre ejes- del Mercedes, mayor que la del resto de coches de sus rivales, hace que las flechas de plata no se adapten a las pistas ratoneras, en las que les resulta difícil conseguir que los neumáticos Pirelli entren en la temperatura óptima de trabajo y proporcionen mejor agarre.

El desastre para los del equipo de la estrella se empezó a fraguar el sábado cuando Hamilton no encontró el ajuste del coche en su primer intento por conseguir la pole. Después, el accidente de Vandoorme le obligó a levantar. Salir decimotercero en parrilla en Mónaco hace necesaria una carambola para pisar el podio: Olivier Panis lo logró en 1996 con su Liger Mugen Honda. Mercedes ha perdido una batalla en terreno hostil para su mecánica y la guerra con los ahora dominadores Ferrari no se les plantea nada fácil.

Los no-planes de Ferrari

Han tenido que pasar dieciséis años para que Ferrari volviera a ganar en Mónaco. Dominaron la crono y acabaron la carrera con un doblete. Raikkonen pareció despertar de un largo letargo con su pole del sábado, pero en Ferrari sabían que Vettel debía ganar si querían seguir distanciándose de los Mercedes. Por eso, el mejor de los triunfos fue lograr, con un fantástico disimulo, invertir en el podio la posición que sus pilotos ocupaban en parrilla. Y el muro del equipo italiano lo hizo con la sutileza necesaria para que todo pareciera natural. Metieron a Kimi en boxes en primer lugar y Sebastian se escapó para hacerle un overcut en toda regla. "No estaba planeado", decía el cada vez más líder del mundial. El piloto finlandés, estupefacto, se quedaba sin palabras que explicaran cómo su propio equipo le había robado la cartera.

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