Cuando sabes que se te ha acabado la flor, lo único que hay que hacer es echar el cierre lo antes posible. El Valencia CF camina con paso inestable y resultados discretos, sin comerlo ni beberlo. Pocas explicaciones hay, porque los jugadores, el entrenador y el esquema son los mismos, e incluso, si me apuran, las ocasiones. Diecisiete, nada menos, contra el Celta, s.e.u.o. A cambio, hemos estado encajando goles toda la temporada con facilidad inusitada. Lo que pasa es que siempre marcábamos al menos uno más que el rival. Ahora, sencillamente no entran. Llevamos varias jornadas en stand by. ¿Qué motivos puede haber? Se me ocurre uno, y es el desgaste de minutos de jugadores, y la gestión del tiempo.60 minutos

Lo del Getafe ya pasó, pero fue de traca. Primero nos baldaron por la vía civil, y luego por la penal. Del método de los de Bordalás no hablaremos. Con Peter Lim como testigo de gesto impoluto, el equipo mostró sus carencias. Igual era el mejor momento para hacerlo. Piénsenlo. Todos dicen que Marcelino se equivocó en el planteamiento, que se tiraron 60 minutos por la borda, él entonó el mea culpa y la afición puso etiquetas a un par de chicos (y eso que pudimos empatar). Pero si lo hubiéramos hecho adrede, el mensaje no habría podido llegar más diáfano a oídos del jefe. Por supuesto, todo entrenador sale con sus mejores herramientas, y el primer interesado en afianzar la Champions de una vez por todas es él. Pero también es cierto que, si hay que darse un baño de realidad, conviene hacerlo en presencia de quien tiene la herramienta para resolver el desaguisado.'Tempos'

El míster pone a los que cree que se lo merecen. Pero la realidad es tozuda, y dice que no tenemos fondo de armario. Eso es difícil de solucionar para ya mismo. Lo que sí sería solucionable es hacer cambios un poco antes. No se criticó tanto el planteamiento inicial, como el tiempo de rectificación. Todos podemos tener un planteamiento equivocado, puntualmente. Si has errado en un once titular, si no has sabido leer las señales del partido de ida, si la táctica no te convence... Incluso si acertaste, si supiste leer las señales o si has confiado en indiscutibles, muchas batallas épicas se ganan en los cambios. Al retardar tanto la decisión y encajar el segundo gol en contra, se desató la crítica. Moderada, eso sí, porque esto, comparado con lo de antaño, es como se suele decir pecata minuta.

Soler

Hay un debate callejero sobre la posición de Carlos Soler. Que lo haga bien en todos lados no significa que no sepamos que su sitio es en el centro de la medular. Contra el Getafe ese honor le tocó a Maksimovic, pero en Vigo el valenciano fue el sustituto de Parejo. Jugó en su posición natural, que es la del centro del campo, y junto a Mr. K construyeron una dupla fenomenal, que nos llevó a tener ocasiones para parar un tren. Falta tranquilidad de cara a puerta. Ni siquiera Guedes es el mismo, llega hasta la vertical pero sus disparos no están afinados. Total, tuvo que ser Mina en su propia casa. Estas cosas hacen que el fútbol mueva pasiones desenfrenadas. Porque a veces parece que los dioses escriben el guión. Las bandas tuvieron mucho trabajo, pero Lato y Vezo curraron para evitar mayores problemas de los que ya tuvimos.

Fallos

El partido de Vigo se desangró por dos vías. Una, el gol parable de Maxi Gómez. Había mucha gente danzando alrededor del área pequeña y ello dificultó la visión de Neto, quizá el propio Garay estaba interpuesto en la jugada. Aunque intuyó el remate, no le da tiempo a blocar con precisión. Pero al ser un balón bastante centrado, el que queda en evidencia en estos casos es el portero. El segundo, el remate de Ferran bajo los palos, a final del partido, con paradón de Sergio. ¿Le faltó picardía, mordiente o experiencia? Para mí lo que le faltó es... tiempo. Salió en el minuto 78 (y Vietto en el 85). En Balaídos, junto a Andreas pereira, cumplieron todos. Qué quieren que les diga. Poco margen hay ahí para maniobrar. El fallo tiene más que ver con que el jugador aún no le ha cogido el tono al partido, que con su calidad indiscutible.

Gestión

Los jugadores no son robots, que salen programados y llevan a cabo los mismos movimientos en el primer minuto o en el ochenta. Para entrar y dar la vuelta al marcador necesitas un ratito. Gestionar los minutos, que todos disfruten de ellos, es una tarea muy difícil. De momento, el míster lleva a la plantilla de forma superlativa. Todos se sienten útiles y agradecidos. El entrenador también tiene gestionados los objetivos del club, con área de influencia en la gestión de los próximos fichajes, y sintonía con la dirección deportiva. Todo esto de 'poquiti minuti', insisto, son pecata minuta, porque el equipo va bien, a minutos de clasificarnos automáticamente para Champions, gesta que se puede conseguir este domingo por la tarde, a hora privilegiada, 18:30. ¡Nos dejan dormir la siesta! Gracias por vuestra misericordia, oh, hados de los horarios.

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