La recalificación está a punto. El presidente Catalán se hará en breve la foto con el Ayuntamiento con un nuevo documento de protocolo de intenciones bajo el brazo que, eso sí, será más espartano de lo que se pretendía. En él aparecerán básicamente los metros de techo, alrededor de 65.000 para la zona edificable. De ellos cerca de un tercio está previsto destinarlos a la construcción de VPO. Poco más saldrá en el dibujo, habida cuenta de que cada vez se antoja más improbable que el Levante continúe en Orriols.

Quedarán aplazadas, por tanto, las diferentes propuestas que el urbanista Alejandro Escribano ha ido presentando y en las que, reteniendo un trozo de suelo para encajar el nuevo campo y maximizando el resto de metros para venderlos, las torres residenciales entran con calzador. Pese a probar varias orientaciones hay que forzar mucho los planos y el paso del boceto a la realidad cada vez se antoja más complicado, sobre todo en previsión de su salida comercial. Para aprovechar al máximo el terreno los edificios deben ser larguiruchos y estar pegados el uno al otro. Pero, aunque cumplan con el mínimo legal de la distancia entre bloques, ¿quién querría vivir ahí?. Es, al menos, la pregunta que se hacen en el club donde, por otra parte, tampoco tienen respuesta oficial del Ayuntamiento a la propuesta que se planteó de compartir la construcción y propiedad del estadio.

El deseo de continuar en Orriols sigue vigente, pero la realidad está a punto de acabar con él. Debido a los problemas para que la recalificación dé suficiente para pagar el convenio desde hace un tiempo el club, que no tiene decidido dónde jugaría durante la construcción de su nueva casa, contempla alternativas por si tiene que mudarse. Son las conocidas de Malilla, Alboraya, Chirivella o Las Moreras, donde se podría comprar un solar más barato y vender todos los metros recalificados. Está aparcado, sin embargo, el proyecto en el Marítimo.

La administración judicial quiere sacar el convenio con los acreedores con posterioridad a que el pleno del Ayuntamiento dé el visto bueno al protocolo de recalificación, aunque las tomas de contacto se iniciaron tiempo atrás. De hecho existe un moderado optimismo. En previsión de que la venta de los terrenos podría dilatarse, salvo carta guardada bajo la manga con un inversor que estuviese estudiando ya la operación inmobiliaria, la negociación pasa por una quita del 50 por ciento y alargar la espera a siete años o en su defecto conseguir un periodo de carencia. Los textos definitivos con los que se inicie la fase de convenio se presentarán después de Pascua.

De acuerdo con el encargo realizado ya en 2007 a Escribano sobre la Modificación del PGOU ´Ciutat de Valencia´ la edificabilidad mínima vinculada a la parcela de Orriols es muy similar. La diferencia, eso sí, es que entonces el club calculaba que el valor económico para el club en el momento de su realización estaría en un intervalo de entre 180 y 250 millones de euros. Ahora, si el precio de venta se establece entre 1.000 y 1.500 euros, el club conseguiría unos ingresos de entre 65 y 90 millones si paga el peaje de mudarse de barrio.