Aunque los esfuerzos están centrados en el ascenso, el Levante tiene en la mesa un dilema más emocional que deportivo con la delicada situación de Gorka Larrea, afectado por una trombosis venosa en el gemelo que podría haberle costado la vida de no detectarse a tiempo y que acaba contrato en junio. Renovarle o no, ésa es la cuestión.

El centrocampista vasco fue recientemente un punto en el orden del día del Consejo. El presidente Catalán informó de los contactos mantenidos con su agente y debido a la situación médica tan especial en la que se encuentra sometió a la opinión de los directivos la opción de plantearle la renovación a la baja. La decisión fue darle a Manolo Salvador luz verde para hacer lo que considerase oportuno.

El dilema viene porque Gorka no entra en los planes deportivos para la próxima temporada y pese a que los técnicos le agradecen los servicios prestados lo cierto es que egoístamente prefieren no ocupar una ficha prácticamente en balde. Sin embargo, y en esto hay disparidad de opiniones a nivel interno, lo cierto es que la puerta a su continuidad no está cerrada del todo y desde Orriols hasta se apunta al tiempo de espera para conocer el dictamen médico definitivo sobre su recuperación y estado de salud.

En este momento, tras una toma de contacto informal, no hay conversaciones en marcha. Consciente de la situación y de que el Levante tampoco es una ONG, el agente de Gorka parece dispuesto a poner encima de la mesa la posibilidad de que el jugador continúe en el Levante seis meses, al menos hasta diciembre. Gorka estaría dispuesto a renovar a la baja, en principio incluso sólo con un sueldo con el que compensar el gasto por residencia.

Se trataría, en definitiva, de que el Levante tuviese un gesto hacia él no dejándolo de lado en un momento en el que, sin saber al cien por cien cómo está físicamente, difícilmente va a encontrar acomodo en otro club. La idea es que esos seis meses le sirviesen para reengancharse y que si en diciembre cambiase de aires el club granota tuviese derecho a algún tipo de compensación por ese medio año.

Lo cierto es que en la plantilla hay varios jugadores al día de esta situación y que verían con buenos ojos la continuidad de un futbolista que en sus tres años como granota se ha comportado como un buen gregario en el terreno de juego y que es de los que mejor rollo genera dentro del vestuario. Sin ir más lejos, estando de baja y pese a que su familia es de San Sebastián, el pasado fin de semana se plantó en Irún para estar con sus compañeros. Un caso, por tanto, especial.