El juez único de Competición de la Federación Española de Fútbol (RFEF) ha acordado hoy sancionar con cuatro partidos de suspensión al jugador del Barcelona Gerard Piqué, que fue expulsado el partido de vuelta de la Supercopa de España por insultar a un juez de línea. La resolución incluye una multa accesoria de 1.400 euros al club y otra de 3.005 al propio futbolista. El juez desestima en su escrito todas las alegaciones del Barcelona y considera que éstas "no pasan de ser una cortina de humo ante un meridiano insulto y consiguiente falta de respeto a uno de los componentes del equipo arbitral".