Carlos Castro fue el gran protagonista de la victoria asturiana en El Molinón ante el Atlético. El delantero había fallado una ocasión clarísima en el 87 mandando el balón al larguero cuando ya estaba batido Oblak y dos minutos más tarde se liberó de esa losa anotando también a puerta vacía el tanto del triunfo del Sporting. El propio jugador, a la finalización del partido, quiso explicar sus sentimientos a través de su cuenta de Twiiter con un mensaje con mucha guasa: "Tranquilos Sportinguistas, era para darle emoción", acompañado de cuatro emoticonos con la cara haciendo mueca. "Lo sentí por el chaval, porque si no llegamos a ganar igual se nos suicida", afirmó Abelardo, entrenador del Sporting, sobre qué sintió cuando Carlos Castro decidió el encuentro tras casi echarlo por tierra unos segundos antes.