Lo peor que puede pasarle al Valencia es que aumente la desconexión con los suyos. Mestalla es el templo del valencianismo, su lugar sagrado, donde todas las pasiones se juntan en busca de la felicidad blanquinegra. Que uno solo de los fieles habituales dude en acudir debería ser síntoma de preocupación y de responsabilidad del alto mando. Lamento que eso nadie se lo haya explicado a Emery, que en su máximo atrevimiento incluso se ha dedicado a darle clases a una cátedra casi centenaria. Menos mal que se impuso la normalidad a posteriori, aunque fuera la del murciélago del escudo. Mientras el agente del técnico y asociados, con su permiso, ofrecían sus servicios en la China y resto del mundo. Perdió la ejemplaridad, si la tuvo.

Apasionarse

El entrenador ya no cotiza porque entre todos lo mataron y él solito se murió. Ahora estamos en manos de los jugadores. Hay que dirigirse a ellos, exigirles y al mismo tiempo recordarles que militan en uno de los mejores clubes del mundo, que es pobre pero honrado y que siempre mira a la cara del contrario. Lo digo por el partido europeo de mañana, pero también por la encerrona que nos han preparado el domingo. Más que nunca necesitamos futbolistas auténticos y comprometidos.

Sensibilidad

El Jueves Santo de 2008 el Valencia jugó la vuelta de semifinales de Copa ante el Barcelona. El club y el equipo estaban peor, pero a alguien se le iluminó la neurona y la entrada fue gratuita para los abonados. Incluso se rectificó y se devolvió el dinero a los que ya habían pagado. El VCF eliminó al Barça y ganó luego la final al Getafe. El siguiente partido de Liga también fue en el Bernabéu. Real Madrid 2 (Raúl, 34´ y 55´), Valencia 3 (Villa, 33´ y 66´ y Arizmendi, 88´).

Clase

El Valencia de Koeman formó con Hildebrand; Miguel, Albiol, Marchena (Helguera), Caneira; Banega (Morientes), Maduro; Arizmendi, Silva, Mata (Baraja) y Villa. Desde entonces, cuatro años ya, no hemos vuelto a ganar en el Bernabéu. La pasión pudo con la tecnocracia, pero desde entonces hemos adelantado poco.

Gesta

SUPER tocó ayer la Copa de Europa del Ciudad Ros Casares. La honestidad de las ´chicas de acero´ y de su club sí que son un ejemplo.

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