Algo tan poco común como ganar una gran vuelta por etapas con casi 42 años invitaba cuanto menos a la sospecha y más si el éxito llega en un contexto en el que la credibilidad del ciclismo profesional está bajo mínimos. Que Horner iba a ser vigilado de cerca era obvio, pero que haya sido la USADA (Agencia Antidopaje Estadounidense) la que haya dado el primer paso para hacerle un control por sorpresa invita una vez más a reflexionar. ¿Se imaginan a las autoridades españolas exigiendo a las francesas o italianas un control así horas después del triunfo de un español? En la lucha contra el dopaje no hay nacionalidades, sólo vale el deseo de desenmascarar a los tramposos.