En Valencia han ido mareando a unos periodistas y se han dejado marear por otros mientras, tal como llevamos tiempo avisando, Singapur va a la suya. Ni Albelda ni Cañizares ni Subirats ni Fernando ni nada que tenga que ver aunque sea de lejos con la historia del Valencia CF, el máximo responsable deportivo es José Ramón Alexanko, que es la persona más próxima a Peter Lim de cuantos podía encontrar por aquí. La conexión está clara, Alexanko tiene una estrecha relación con Joan Laporta y Joan Laporta es uno de los pocos mortales que pertenecen al círculo más íntimo de Lim. Alexanko, de hecho, firmó como director de la Academia del Valencia CF semanas después de que Laporta perdiera las elecciones del Barcelona en 2015, en las que Alexanko iba como Director Deportivo de su candidatura. Hay que desearle suerte, porque trabajar con el señor de Singapur no ha sido fácil para ninguno de los que han pasado antes por el Valencia. El auténtico Director Deportivo es el propio Lim, bastante tendrá Alexanko si consigue no tener que tragarse muchas dobladas o, al menos, enterarse antes de las que le vienen para no quedar en evidencia.

El nuevo Director Deportivo tiene experiencia en el mundo del fútbol, aunque no como máximo responsable de un club tan grande como el Valencia. El plan de Meriton después de dos años de desatinos no deja de ser un experimento más y eso no hace otra cosa que alimentar las dudas sobre las intenciones del máximo accionista, que en realidad es lo importante más allá de los nombres. Sí, el Valencia necesita un área deportiva potente y permanente, como dice Alexanko, pero sobre todo y más que nunca necesita una propiedad potente y permanente que vuelva a situar el club donde tiene que estar, que no es peleando por mantenerse en primera división a duras penas, reduciendo ingresos y por tanto gastos e inversión. Tal como está montado el fútbol, el pobre salvo milagro será cada vez más pobre.

Más artículos de opinión de Julián Montoro, aquí.