Lo traía todo escrito para no olvidarse de nada. Ni de nadie. En especial de Voro, para el que fueron sus primeras palabras como entrenador del Valencia CF. Bien. Arranca aplausos, pero sigue nervioso, se le nota en la voz y no lo puede ocultar, un signo de lo mucho que representan para él este momento y este lugar. Hoy. Mestalla. El Valencia CF. Marcelino García no engaña. Hace mucho que espera este momento, conoce las peculiaridades de este club y las dificultades del proyecto, pero ha querido venir y viene con el mensaje más coherente que se ha escuchado aquí desde que Peter Lim metió mano y dispuesto a darlo todo para ser un digno entrenador del Valencia -como mínimo- los dos próximos años. Si le escuchamos, podemos llegar a la conclusión es que de verdad esto va a cambiar, se han acabado las tonterías y los niñatos. Si es así, míster, lo que haga falta. Y si escuchamos a Mateu Alemany, tendremos claro quién ha fichado o convencido a Peter Lim para que le deje fichar a Marcelino. Cuando le preguntan por esos dos años «como mínimo» tal como escribieron en el comunicado oficial, la respuesta deja pocas dudas: «es más mi deseo y mi convicción o intuición».

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