El aparato de comunicación del Valencia ha encontrado dos aliados inesperados este verano que le están haciendo mucho más fácil el trabajo. Son el filial de Curro Torres y el Valencia Basket de la familia Roig. Mientras relatamos las hazañas de unos y otros, todos, aunque no todos en la misma medida obviamente, acabamos desviando el foco de la situación de bloqueo que vuelve a tener un año más el Valencia CF. A este paso, pronto caerán en el olvido algunas cosas que se hicieron bien, como la elección del entrenador, el patrocinador y la originalidad de las nuevas camisetas, inspiradas una en la que vistió el equipo el año del histórico doblete y otra, la senyera, la de los campeones de la Copa del 79. Es una idea y como tal se agradece, aunque más que el diseño lo importante es qué vamos a meter dentro de esas camisetas, qué futbolistas va a tener el Valencia la próxima temporada. Y en este sentido no se ve una apuesta importante por ningún lado para hacer un equipo a la altura de la camiseta, es como si todo estuviera al azar de los vaivenes del mercado. Como si tuvieramos el mejor diseño de camiseta pero, a la hora de la verdad, nadie dispuesto a poner el dinero para fabricarlas. La buena noticia será que sigan ganando partidos este mes de junio el filial y el Valencia Basket, a las puertas del ascenso y de lograr su primer título de liga. Amunt.

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