Tres meses después de llegar Mateu Alemany ya sabe muchas cosas más del Valencia CF que cuando se presentó en Mestalla, hasta parece el hombre que sabía demasiado explicando a los aficionados cómo funciona lo del Fair Play de la Liga, eso que ya se ha explicado tantas veces. Ocurrió sin ir más lejos hace un año, cuando a efectos del límite que marca Tebas para poder fichar, era más interesante para el Valencia sacar cedido a Negredo que vender a André Gomes por 35 millones más no recuerdo cuántos en variables.

Es así, esto no ha cambiado del verano pasado al actual, como casi nada excepto Marcelino. Está muy bien lo de establecer los tiempos, negociar con responsabilidad, hasta pedir paciencia, lo que pasa es que para pedir cosas a la afición también hay que dar o al menos decirlo todo. Porque el plan de Alemany puede salir bien y que el 31 de agosto el Valencia tenga una plantilla de escándalo, pero también puede salir mal, eso la gente que tiene sus propias limitaciones financieras para comprar pases y abonarse a la televisión lo sabe porque ya lo ha vivido anteriormente, por eso cuando le hablan de paciencia se acaba cabreando y mucho.

Prioridades

Hay una plantilla cara con un rendimiento pobre y poco dinero para cambiarla. Aquí todo pasa por dejar madurar las operaciones a ver qué pasa, pero para eso hay que ser una estructura fuerte, una secretaría técnica con mucha experiencia y contactos. Aún así, puede ocurrir que tu fichaje prioritario, que es un medio defensivo como lo era el año pasado, lo dejaste madurar tanto que tu primera opción, que era Diawara, se acabó escapando. Y la segunda... ¿Contamos el final de la historia? Sí, avanzado el mes de agosto llegó cedido Mario Suárez, dejando herido de muerte el proyecto. Si después de escuchar las palabras de Marcelino no somos capaces de fichar a? ¡Raúl Albiol!, después vendrán los lamentos.

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