Marcelino tiene razón, no hay motivos para cuestionar los resultados que han llevado al Valencia CF a pelear de nuevo por la Champions, cosa que no había hecho ni mucho menos en los últimos dos años. A este dato no se le pueden poner peros: hoy, con catorce jornadas todavía por delante, el equipo tiene los mismos puntos y una victoria más que en toda la temporada pasada. Y dos puntos más que en toda la anterior. Otra cosa es que, jugando con fuego, un día u otro es fácil quemarse. Pudo pasar en el Derbi si no es porque el árbitro se confundió de empujador, y la sensación final es que en Málaga se volvió a repetir un escenario similar y no ya por el gol anulado, porque esta vez el árbitro acertó. Decía el entrenador que el Valencia, más allá de jugadas polémicas, había merecido la victoria ante el Levante porque no recordaba una parada de Neto en todo el partido. Tampoco podrá recordar esta vez una sola del portero del Málaga que, eso sí, no empató de milagro al rematar de cabeza y con escasa oposición por parte de la defensa en el último saque de esquina del partido.

Sensaciones

Al Valencia no le ha llegado en este último mes para doblegar a los equipos de arriba (Atlético- Barcelona, Real Madrid...) y está sufriendo también con los de abajo (Las Palmas, levante. Málaga). A medida que se acerca la recta final ganar sobre todo en su campo a los que pelean por no bajar es más difícil, porque dicen que les va la vida en cada partido. Esa puede ser la diferencia, a ellos parecía que les iba la vida...

Zaza

Una goleada al Málaga fue el inicio de la racha de ocho victorias seguidas y eso metió al Valencia arriba con un colchón importante. Quizá con esas mismas sería suficiente para asegurar el objetivo, aunque hay que empezar por lo inmediato. Con 1-0 daba la sensación de que el equipo no iba a empatar jamás; con 1-1 era de que el partido lo iban a ganar. Son síntomas extremos que no convienen en una carrera de fondo, urge recuperar la regularidad y el equilibrio. La confianza, la solidez y la pegada. Y ahí es donde hay que empezar a preguntarse qué ha sido de Simone Zaza. Una goleada al Málaga fue también la explosión de Zaza, el delantero más determinante y el más efectivo de La Liga en la primera mitad de la temporada, actualmente desaparecido.

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