La continuidad de Barkero vuelve a estar sobre la mesa. Después de un primer intento en vano hace unas semanas, del informal intercambio de impresiones de Pamplona y de la vorágine competitiva de los últimos días (con el partido europeo en Hannover y el derbi del Ciutat), ambas partes quieren aprovechar el actual paro liguero para retomar la negociación. Por eso, la próxima semana, el Levante y el agente del mediapunta, Tomás Durán, tienen previsto verse de nuevo las caras en Valencia. El objetivo es agilizar al máximo el proceso, pues club y futbolista están por la labor de prolongar su vinculación más allá del 30 de junio.

La propuesta azulgrana pasa por retener al de Arechavaleta una temporada más, con una segunda en función de objetivos. Es la mayor o menor exigencia de estos, así como las condiciones económicas del nuevo contrato, donde más tela tendrán que cortar los granotas y su representante, después de que este rechazase la primera propuesta. ´Barke´, que cumplió 33 años el pasado 27 de abril, apuesta abiertamente por mantenerse en Orriols y no escuchara ofertas hasta que no se resuelvan los contactos en un sentido u otro. Los levantinistas, por su parte, creen ciegamente en la permanencia del mediapunta, que es indiscutible desde su llegada en el verano de 2011.

La futura cumbre entre los granotas y Tomás Durán quedó pactada hace dos semanas en El Sadar. Allí, Quico Catalán y el agente charlaron durante unos minutos y se emplazaron a reconducir cuanto antes la situación después de la negativa inicial, así como las consecuencias públicas que había tenido esta. En las horas previas al encuentro ante Osasuna, no en vano, se habían hecho lecturas de lo más diversas de lo sucedido. «Me siento valorado. Es buena señal que el club me quiera renovar cuando acaba de comenzar la temporada; estoy muy contento de que me hayan trasladado ese interés. Ya hablaremos y seguro que llegaremos a un acuerdo», exponía el jugador a SUPER en una entrevista el pasado 30 de septiembre.

Ambas partes han hecho todo lo posible para cuadrar sus agendas de manera prácticamente inmediata. Porque nadie quiere que se repita el caso de Valdo, quien tuvo al Levante en ascuas medio año para acabar marchándose al Atlante. Para bien o para mal, unos y otros buscan zanjar el asunto en dos o tres reuniones; de no ser así, se podrían romper las negociaciones y que cada parte buscara alternativas por su cuenta. El club gozaría así de tiempo suficiente para buscar un recambio en el mercado, y el futbolista para atender libremente (a partir del 2 de enero estará legalmente en condiciones de hacerlo) a sus posibles pretendientes con vistas al que se antoja el último gran contrato de su prolífica carrera profesional.

La premisa de no dilatar más de la cuenta las negociaciones ya marcó su fichaje hace año y medio. Por aquel entonces, los azulgrana llegaron a dar un plazo a Barkero y a su agente de una semana para que respondieran definitivamente a la última oferta, ante la aparición de la Real Sociedad en escena. De ese ultimátum surgió el contrato todavía en vigor por dos temporadas, en las que el de Arechavaleta se ha convertido en fijo en las alineaciones de Juan Ignacio Martínez.

Siete de siete en Liga BBVA

Los números ponen en evidencia la gran ascendencia de ´Barke´ en el actual entramado levantinista. De mediapunta, o reconvertido al interior izquierdo o al mediocentro, ha sido titular en todos los compromisos ligueros disputados en lo que va de curso, con gol de penalti incluido ante la Real. Y eso a pesar de sus recurrentes molestias en la rodilla, que ya le llevaron de cabeza durante la recta final de la 11/12, y de la llegada a la plantilla este verano de un competidor de la talla de Míchel.

Además de él, sólo Munúa y Ballesteros han hecho pleno en los onces ligueros de las siete jornadas. Eso sí, el vasco, a diferencia del capitán, ha gozado de descanso en la Euroliga, ya que salió desde el banquillo ante el Helsingborgs y ni siquiera formó parte de la expedición que viajó la semana pasada a Hannover.