El Levante dio ayer un paso al frente en la contratación de Keylor Navas. El presidente Quico Catalán, que se ausentó de la presentación de la obra conmemorativa del primer centenario de la Federación Valenciana de Fútbol, y el director deportivo Manolo Salvador se reunieron con la ´cúpula´ de la entidad manchega —el presidente Rafael Candel y el recién nombrado manager general Antonio Gómez— para acercar posturas en la incorporación del portero internacional costarricense. El cónclave fue en un lugar intermedio —pudo ser Almansa— entre Valencia y Albacete. Los granotas no variarán ni un ápice sus intenciones. La vía para el OK es la cesión, con una opción de compra, siempre sin tirar la casa por la ventana.

El agente del arquero, Ricardo Cabañas, fue citado por la tarde en las oficinas de la institución albaceteña para conocer las conclusiones de la reunión con los responsables del Levante. Manolo Salvador contempla con buenos ojos esta opción, pero no quiere atarse de pies y manos a él, por lo que maneja alternativas conocidas como Juan Carlos, por quien también suspira el Zaragoza, aunque esta variante se ha enquistado, o Calatayud, una posibilidad más remota. El Carlos Belmonte ha sido uno de los campos más visitados esta temporada en la Liga Adelante por el director deportivo levantinista.

Como publicó SUPER el pasado domingo, Keylor Navas ya conoce la ciudad y el estadio Ciutat de Valencia ya que se ha desplazado en varias ocasiones durante este ejercicio en sus días libres para presenciar en directo partidos contra rivales de máxima entidad cuando el calendario se lo ha permitido. La proximidad geográfica ha permitido que incluso se haya desplazado a hacer turismo junto a su mujer Andrea y su hija Daniela.

El Albacete quiere hacer negocio con el meta. Cierto es que Keylor ha sido la máxima figura del equipo manchego esta campaña y gracias a su buen trabajo, pese a no evitar el descenso de categoría, el ´Alba´ no ha acabado peor de lo que lo ha hecho. Han sido muchos clubes los que se han interesado por él, pero el deseo del guardameta es ponerle las cosas difíciles a Gustavo Munúa. El riesgo de un descenso administrativo obliga a la entidad del Carlos Belmonte a no ralentizar en exceso una operación que solventaría, en parte, los problemas económicos que atraviesa la entidad tras caer además al pozo de la Segunda B. El club manchego no quiere precipitarse ni hacer una mala operación, pero tampoco se puede permitir el lujo de cortar la proyección de un arquero por quien podría sacar tajada en un futuro con un porcentaje de un posible traspaso más suculento. Lo que parece más complicado es que aparezca un ´club puente´ que quiera rascarse el bolsillo por Navas y luego lo ceda el Levante. Este es el propósito del que apunta a vender.

El acuerdo con el costarricense está en camino y la clave de la operación es la negociación con el Albacete, una arista sin cerrar, pero que ayer comenzó a pulirse. No fue la primera conversación que los clubes han mantenido por Keylor.

Oficialmente, el Levante no se ha pronunciado en su elección definitiva para acompañar a Munúa quien, hasta ahora, es el único portero del primer equipo con contrato en vigor tras su renovación por dos temporadas. Aunque sí muestra una predilección mayor por el aún guardameta del ´Alba´ pese a que eso supondría hipotecar una plaza de extracomunitario ante la posibilidad de tener que recurrir a última hora del mercado sudamericano como sucedió la pasada campaña con Felipe Caicedo. Keylor Navas es conocedor del sueldo que le ofrecería el Levante y está dispuesto a aceptar sin problemas. En el Belmonte ni quiere, ni puede jugar por una cláusula que lo impide en su contrato.