El Levante va a intensificar en las próximas horas las gestiones con el Arsenal para cerrar el fichaje de Pedro Botelho. Esa fue, sin duda, la principal conclusión ayer del gabinete de urgencia protagonizado por Quico Catalán, Manolo Salvador y un Juan Ignacio Martínez que pese a ser el día libre del equipo no se marchó esta vez a Torrevieja con tal de acudir a la cita con el presidente y el director deportivo en Valencia.

Después de que la derrota en Bilbao dejara al aire el debilitamiento al que está sometida la plantilla en las últimas semanas, la cúpula granota apenas tardó unas horas en tomar cartas en el asunto. Por un lado, se decidió mantener el plan previsto con Botelho e incluso agilizar su llegada para esta misma semana si es posible. Por el otro, de aquí al 31 de enero además del brasileño se intentarán dos refuerzos más: un extremo izquierdo nato y un ´nueve´.

El Levante, que tenía ya bastante encarrilado el asunto, se desayunó ayer con la noticia de que Botelho había sido detenido tras dar positivo en un control de alcoholemia de madrugada en Madrid. El jugador salía de una discoteca a las 05:30 y no le dio importancia al golpe que le dio tirando marcha atrás a un coche aparcado que para su desgracia era de la policía secreta, que echó detrás de él. Al parecer, además, no llevaba el permiso de conducción temporal para extranjeros en regla.

La noticia estuvo a punto de llevarse por delante la operación por el coste a nivel de imagen que tiene ahora este fichaje para el Levante. Sin embargo, Juan Ignacio volvió a mojarse por su hijo pródigo. El club contrastó las informaciones que llegaban de Madrid, al parecer agrandadas por su mala situación en el Rayo Vallecano. El de Rabasa sabe cuál es la realidad del jugador, ausente por indisciplina en otros entrenamientos este año, pero también la manera de atarlo en corto. Está convencido de que sabrá llevarlo por el buen camino en Orriols y casi que ha empeñado su palabra.

Convertido desde la semana pasada en el fichaje de consenso, el Levante va a tratar de pescar con Botelho en río revuelto. El Arsenal, que pagó unos dos millones de traspaso, quiere desprenderse de él y el objetivo es que llegue al Ciutat en propiedad o al menos con una opción de compra baja. A favor de Botelho juega que podría incorporarse ya y estar disponible sin apenas demora.

Pese a la polémica extradeportiva que le rodea y a que su fichaje no deja de generar ciertas dudas, en Orriols tienen claro también que Botelho es un futbolista de gran recorrido físico y que puede revalorizarse jugando de azulgrana. Se trata de un lateral zurdo polivalente capaz de actuar de extremo. A plazo corto ocuparía el puesto de Juanlu y a largo se compaginaría con Juanfran, ya que con la inminente marcha de Nano a China, Del Horno contará como central de salida.

Reforzar la defensa no es objetivo. A la espera de concretar la cesión de Rodas, el club tirará con lo que hay y prefiere traer antes a otro extremo izquierdo y un delantero. Con Botelho, eso sí, está el inconveniente de que ocupa plaza de extranjero, lo que obligaría a que los otros refuerzos sean comunitarios.