Granotas y blanquinegros no se verán las caras hasta su llegada a Mestalla. Los habituales de actos de confraternidad han sido suspendidos, por problemas de agenda, por lo que el derbi del domingo será bastante atípico. Cada uno llegará por su cuenta, sin la disputa del tradicional duelo entre aficionados o la comida oficial entre miembros de las directivas de la Agrupació de Penyes del Valencia y la Delegación de Peñas del Levante.

Varios son los motivos que han provocado el cambio de planes. Principalmente, que los de Emery juegan esta noche ante el AZ (con el consiguiente desplazamiento de hinchas), y que los azulgranas tienen copado el domingo de actos. La marcha hasta Mestalla, con previa apertura de la sede de la Delegación, impide que la celebración del citado ágape el día de partido.

No cuando toca, pero la comida oficial entre peñistas tendrá lugar, como sucedió en la primera vuelta, en Orriols. Es la prueba de la cordial relación entre aficiones. Aún así, la Comisión Antiviolencia ha declarado el partido de alto riesgo.