Asunto resuelto. Después de muchas semanas de tensa espera, de darle vueltas y más vueltas a su futuro, Juan Ignacio Martínez ha tomado una decisión definitiva sobre si continúa o no en el banquillo del Ciutat. Y la solución a la incógnita es afirmativa, como ayer mismo trasladó telefónicamente el propio técnico a los máximos responsables de la entidad granota. Tanto en la conversación que mantuvo con Quico Catalán, como la que tuvo con Manolo Salvador, el de Rabasa dejó claro que se encuentra de nuevo con las pilas cargadas y con ganas de afrontar el reto que supone el Euro Levante.

Unos días de vacaciones con la familia, alejado del día a día granota, han servido al entrenador para deshojar la margarita. JIM, a pesar del interés de Olympiakos o equipos ingleses, que no ofertas, ha llegado a la conclusión de que la levantinista es la mejor opción que tiene sobre la mesa. De ahí que a partir de ahora vaya a morir con ella. Aunque antes ya había permanecido en contacto constante con los dirigentes del club, desde hoy se dedicará en cuerpo y alma a la planificación de la próxima campaña.

Pretemporada y composición definitiva de la plantilla marcarán su agenda a corto plazo. En la misma, eso sí, también aparece una reunión cara a cara con presidente y director deportivo azulgrana para abordar su posible mejora de contrato. Esta se producirá a su vuelta a Valencia, pero es independiente de su decisión de permanecer por segunda temporada consecutiva enrolado en el Levante. El técnico no está por la labor de romper su vinculación contractual para la 12/13, fruto de la famosa cláusula automática por conseguir la permanencia.

Solo una oferta irrechazable podría ya hacer cambiar de opinión antes del comienzo de curso al de Rabasa. Este, consciente que no podía demorar más su respuesta, se ha comprometido definitivamente con el proyecto, tal y como le habían reclamado desde el club. Atrás quedan las reuniones mantenidas por Juan Ignacio, Quico y Manolo Salvador en semanas previas, con excesivos formalismos y mensajes huecos. Todas las partes, ahora parece que sí, han optado por remar en la misma dirección, por el bien de los granota.

A pesar de las voces discordantes surgidas en el Consejo, los responsables del club apostaron por la continuidad de JIM desde el primer momento. El presidente, no en vano, así lo ha manifestado en público en numerosas ocasiones en los últimos meses. Lo que sí habían reclamado los azulgrana era conocer el grado exacto de implicación del técnico, después de una campaña de mucho desgaste personal para este último. Fue en el último cara a cara con Quico Catalán y Manolo Salvador, hace dos semanas, cuando el de Rabasa pidió «unos días» para dar una respuesta definitiva.

Botelho vuelve a ganar enteros

Una vez resuelto el futuro del entrenador, quien ha estado descansando en Pontevedra y en Torrevieja en las últimas jornadas, el Levante se centrará exclusivamente en las negociaciones para renovar y fichar futbolistas. En ambas categorías podría entrar Botelho, cuya presencia en la plantilla gana enteros con de Rabasa en el banquillo. Este fue quien pidió su cesión en la segunda mitad del curso pasado; el interior tiene todavía un año más de contrato con el Arsenal.