Los nuevos gestores del Valencia BC comenzaron ayer su ronda de visitas a las instituciones y en su ofrenda llevaron una joya, la Ciutat del Bàsquet. Ese bonito sueño que ya contamos que siempre hemos tenido muchos de los que amamos este deporte, es uno de los principales objetivos de Vicente Solá y Paco Raga para cimentar la base del club y, por fin, abrir los brazos a todo el bàsquet valenciano en un intento de corregir el trato ofrecido en otras épocas a los clubes modestos de la provincia.

Hay que apoyar

Las instituciones deben y quieren apoyar al Valencia Bàsquet. Un club de elite y las más de 30.000 licencias de jugadores de este gran deporte, con todas las familias que mueven cada fin de semana, son razón suficiente para que todos demos un paso al frente. Superdeporte es el primero en demostrarlo día a día y seguirá haciéndolo, con hechos lo demostrará. Menos locuras para traer a golpe de talonario a estrellas de la NBA que sólo aportan glamour y vamos a invertir en el futuro.

Íñiguez vuelve a casa

Mi hermano Roberto Íñiguez me intentó ocultar su vuelta a nuestro Pamesa, como hizo la primera vez, pero por segunda vez le pillé, entre otras cosas porque en el club aún queda gente que piensa más en si mismo que en el club y se dedican a contar chismes. Son los mismos que tiemblan cuando ven a un buen profesional e intentan poner zancadillas a los que con trabajo y conocimientos les van a dejar en evidencia —definición de ´muedrocre´, perdón, mediocre—, pero poco a poco esto se está corrigiendo. También son los que cuando se sienten amenazados imploran a su jefe y ex jefe para pedir ayuda, en vez de, por ejemplo, preocuparse de saber la edad de Pere Tomás. Ese ímpetu hay que ponerlo en defender al club. Pero vamos a partir de cero y a construir, es más bonito.

Pensar primero en el club

Me alegro por Roberto y por el club, él si es de los que anteponen el Pamesa a sus intereses, por eso dimitió hace doce meses tras cuatro años de formación con los jóvenes —él si trabajo para que Claver fuera el mejor tres de Europa, no como Fotis— y dejó dos veces al equipo campeón —esta temporada se ha descendido—. Spahija, que interrumpió sus vacaciones tres días la semana pasada, mostró mucho interés en saber quien es Íñiguez. Neven, si quiere, ya tiene con quien hablar de BA-LON-CES-TO.

Una apuesta

Me juego una paella o un cocido, si pagan mis amigos del Estudiantes, a que el contrato de cinco años de Oliver presentado en la ACB no se completará y el jugador, por una u otra justa razón, en tres años se retirará o irá. Según lo escrito cobra casi medio millón de euros por campaña y si se ficha a alguien que gane más de 550.000 euros le darán 100.000 más. O sea, el mejor pagado del Estu. Difícil de creer por muy buena voluntad que le pongamos.

Otra mentirola

Tampoco me creo que Saúl Blanco haya pensado él solito acogerse al 1.006 y romper el contrato con el Alta Gestión Fuenlabrada para ir al Unicaja. Huele a trama a tres bandas para evitar que Pamesa cobre lo que le corresponde. Pero tranquilidad, en el peor de los casos, se rompe la baraja, nos cargamos el derecho a tanteo y al mercado libre. En el Valencia Basket Club están vigilantes. Para más morbo el Unicaja es el equipo que vendrá a la Fonteta para la presentación del equipo.