El Levante de Quico Catalán, ése club que de políticamente correcto que es a veces llega a desesperar, nunca había estado tan cerca de tanta gente como desde el copia y pega al Real Madrid, que después de la que formó en Orriols salió con que sus jugadores meaban colonia. «Olé tus huevos», le han felicitado al presidente personajes ilustres del fútbol, tan hartos de la prepotencia merengue y su rodillo mediático como él cuando autorizó la genialidad de tirar de ironía y mala baba. Hay, eso sí, una diferencia entre los comunicados que por su sutileza ha pasado desapercibida. El primer párrafo del Madrid habla de «hechos ocurridos», reconocimiento de que pasó algo, mientras que el Levante lo hace sobre «informaciones aparecidas». ¡Zas! En toda la boca.

El sambenito ´promadridista´

Nadie como el equipo de Mourinho ha hecho tanto por acabar con la mala fama de promadridista que pesa sobre Orriols. Tampoco el Levante se había visto nunca obligado a meterse en la trinchera y rebelarse ante una exhibición de poder de la que Guardiola bautizó como «la caverna». No es ya que el informe policial lo hayan disuelto con ácido, sino que a cualquier detalle se le ha dado la vuelta de forma vil. La cortesía a la que se prestó David Navarro, por ejemplo, la transformaron en una petición de perdón. Manera sibilina de decir que el codazo fue premeditado en vez de fortuito, cuando ése y no el otro es el contenido del mensaje que el club le envió a Cristiano. El portugués, por cierto, se ha tomado un tiempo para responder.

Espacios para la autocrítica

Tras lo ocurrido, el Levante va a ser todavía más simpático. Sin embargo, también hay que reflexionar. El club haría bien en estudiar una de las inquietudes de sus jugadores, que cuestionan la necesidad de que en el túnel de vestuarios haya tanta gente ajena al equipo, algo que les lleva a aventurar que aún pasa poco. Y los jugadores, por su parte, harían bien en tener presente la memoria selectiva de los árbitros para cogerte la matrícula. Eso sí, como le dicen al presidente, olé vuestros huevos.

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