Del mismo modo que en el mítico programa de humor ´Ni en vivo ni en directo´ Emilio Aragón pronunciaba en el noticiero aquello de «Soy Emilio Aragón y usted€ no lo es», nuestra entrañable presidenta Layhoon Chan pronunció un eslogan a la altura de la mejor sitcom del momento: «Yo soy Peter Lim». Le faltó excluirnos de la ecuación, pero lo hizo de forma intrínseca. Damos por hecho que sólo ella puede ser Peter Lim, y nosotros evidentemente no lo somos. Y si lo somos, no lo sabíamos. En realidad, hizo un mix del show mencionado con Barrio Sésamo. Porque a su manifestación de identidad secreta le añadió: «Y estoy aquí». Como Coco. «Ahora estoy aquí. Ahora estoy allí» (por Singapur). Todo en este club rezuma comedia en los últimos tiempos. A lo mejor tenía el guion meditado tras las horas de vuelo, pero si así fue hay que decir que quedó muy espontáneo, a la altura del mejor calentón.

Perlas

En realidad, el tono fue muy valenciano, muy de traca. Se vino arriba y dejó varias frases míticas. Dijo que debíamos sentir lo comprometida que está con el club. No «me gustaría», ni «agradecería», sino «deberíais». Lo cual conlleva una obligación evidente por nuestra parte que se supone que está en nuestro sueldo de sufridos valencianistas„por otra parte, sorprenden sus palabras porque hasta que las dijo nadie habíamos tenido duda del compromiso de ella„. Explicó la forma de proceder del accionista mayoritario en todas sus empresas (dejando claro que esta es una más, ni menos pero tampoco ni más) y metió bastante caña a los jugadores para que respondan en estos momentos, con crítica cero a la gestión del club. Hasta se autoproclamó la «referencia» de los jugadores. Quizá eso explica muchas cosas.

Brindis

Todo habría sido entendible, hasta la sorpresa de que el club no tenga lista de transferibles cuando todo aficionado tiene una hecha, porque pensábamos que eso era de lo que íbamos a hablar. Nada de esto tendría demasiada importancia ni le habría restado mucha imagen pública si no hubiera soltado lo de que en Valencia parece que hay que repetir las cosas cien veces (cosa que ella estaría dispuesta a hacer por el bien del club). Esa necesidad de aclarar lo mismo cien veces suele pasar cuando el mensaje no cala. Y el mensaje no cala porque el club no está haciendo las cosas bien, además de que dice una cosa y hace otra. Por eso, ni en Valencia ni en Tenerife ni en Wisconsin, ni tan siquiera en Singapur, quizá, bastaría con esas cien veces. Fue un innecesario brindis al sol que le va a costar remontar.

Alineación

Afortunadamente, el señor Prandelli, que habla de fútbol y para el fútbol, lo hace cuando toca y es diáfano en sus mensajes, no sólo verbales sino de hechos. Lo digo a cuento de que esperamos con ansiedad moderada su alineación para el partido de Copa de este miércoles contra el Leganés. Tras la debacle de Anoeta, es posible que esa lista de convocados y esa alineación nos den más pistas sobre el futuro inmediato del club que la rueda de prensa convocada por el club sin información alguna sobre fichajes y nombres propios. Es perfectamente lógico que los aficionados quieran saber quién no va a vestir más la camiseta de su club. En mi fuero interno, creo que el partido es una buena oportunidad de aclarar estas dudas antes de que llegue el turrón, más allá de lesionados y cesiones frustradas.Favor 'groguet'

Afortunadamente, pasamos las fiestas en el borde del abismo, pero sin caer en él. El Villarreal ganó con contundencia al Sporting y nos alivia las fiestas. Gracias a los groguets, con los que tantas veces hemos sido injustos. Son un ejemplo a nivel deportivo e institucional. Un espejo en el que podrían mirarse los nuevos inquilinos de Mestalla a la hora de planificar las cosas. Por cierto, Villarreal está bastante cerca y allí no hace falta decir las cosas más que una vez, no diez ni cien. A lo mejor resulta que no es una cuestión de distancias ni de identidad cultural, sino de algo mucho más universal, que se llama plan de negocio e ideas claras. Estar fuera de puestos de descenso tranquiliza las fiestas. El último precedente fue en la 82/83, temporada en la que, en la última jornada, un gol salvador de Tendillo en casa ante el Real Madrid en la última jornada nos salvó de la quema y de paso le arrebató el título liguero al Madrid a favor del Athletic.

Aquel año

En aquel partido Sir Ricardo Arias protagonizó la jugada del partido en una arrancada desde su campo que acabó golpeando el larguero. Recomiendo fehacientemente que busquen el resumen del partido en Youtube. Ocho minutazos del genuino Estudio Estadio, con comentarios, entrevistas a pie de campo y resumen final. La trascendencia de Arias y su vivencia de aquella temporada es esencial y otorgan mayor valor a sus palabras el vigésimo aniversario de la Penya Valencianista Little. Si estábamos buscando a alguien con legitimidad para entrar en el vestuario y hacerse oír, quizá lo tenemos en casa. Cierto es que no es su área, pero eso se arregla con una condecoración rápida. Para algunas cosas hace falta un hombre serio. Aun diría más: un hombre de hechos, no de palabras. Un héroe, en definitiva. Mientras vuelve la liga, corramos un tupido velo. Feliz Navidad.

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