El comisionado de la policía de Boston (Massachusetts), Ed Davis, confirmó que al menos tres personas murieron a raíz de las dos explosiones ocurridas durante la maratón en esta ciudad portuaria, que dejó más de 140 heridos.

Aunque las autoridades todavía no lo han denominado oficialmente como tal, todo apunta a que se trata del primer acto terrorista, de origen exterior o interior, en suelo estadounidense, en doce años.

Las escenas de dolor trajeron a la memoria de los ciudadanos los ataques perpetrados por Al Qaeda el 11 de septiembre de 2001, con aviones secuestrados, contra las Torres Gemelas de Nueva York y el Pentágono de Washington.

Durante una conferencia de prensa, Davis confirmó la muerte de las tres personas, aunque no ofreció más detalles. Previamente se había informado de que uno de los fallecidos es un niño de ocho años. Diecisiete heridos se encuentran en estado crítico, por lo que la cifra de muertos podría aumentar en las próximas horas.

En un mensaje a la nación, el presidente de EE.UU., Barack Obama, admitió que las autoridades todavía no saben quiénes son los responsables de las explosiones, pero aseguró: "los descubriremos y caerá sobre ellos el peso de la ley". "Todavía no sabemos quién hizo esto ni el porqué", afirmó Obama en una breve declaración desde la Casa Blanca. "Pero no se equivoquen, llegaremos al fondo de esto y descubriremos quién lo hizo, sabremos por qué lo hicieron. Cualquier individuo responsable, cualquier grupo responsable sentirá todo el peso de la justicia", agregó el presidente estadounidense.

Obama afirmó que se ha puesto en contacto con el director del FBI, Robert Mueller, y la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, a fin de movilizar "los recursos necesarios para investigar y responder" a la emergencia. "He informado a los líderes del Congreso de ambos partidos, y nos reafirmamos en días como éste que no hay republicanos ni demócratas, sino estadounidenses, unidos en nuestra preocupación por nuestros compatriotas", subrayó.

Las explosiones se produjeron cerca de la línea de llegada de la carrera, con un intervalo de unos doce segundos, cuando todavía había corredores en la pista y numeroso público presenciando la competición, una de las más prestigiosas de este tipo de acontecimientos deportivos.

Davis añadió que la investigación está liderada por el FBI, la Oficina Federal de Investigaciones (FBI).

El comisionado desmintió, por otro lado, que las fuerzas de seguridad hayan detenido a algún sospechoso, contrariamente a lo que informaron algunos medios.

Por su parte, el gobernador de Massachusetts, Deval Patrick, reiteró que las autoridades locales, estatales y federales trabajan estrechamente para esclarecer los hechos de este "horrendo suceso" y que miembros de la Guardia Nacional "han resguardado la escena del crimen". "La ciudad de Boston está abierta y estará abierta, pero no será un día normal. Habrá un aumento de la presencia policial" en la ciudad, aseguró Patrick. "Superaremos esto... no tenemos respuestas a todas sus preguntas", agregó Patrick, quien instó al público a que se mantenga alerta y colabore con las investigaciones.

Ambos recomendaron a la población ser paciente, extremar la vigilancia y comunicar a los agentes cualquier pista que pueda contribuir a esclarecer los hechos.

El terror vuelve a EE. UU

El espectro del terror se cernió de nuevo sobre los Estados Unidos tras la explosión de dos bombas durante el maratón de Boston, que han causado al menos tres muertos y un centenar de heridos. Uno de los muertos es un niño de ocho años, según informó la cadena de televisión CNN.

Las imágenes ofrecidas por las cadenas de televisión trajeron a la memoria de los estadounidenses los atentados terroristas de 2001 contra las Torres Gemelas de Nueva York y el Pentágono en Washington.

Cuerpos ensangrentados, pánico en la expresión de ciudadanos corrientes, caos en las calles y el sonido de las ambulancias.

Tras las explosiones, el espacio aéreo sobre Boston fue restringido, el sistema de telefonía móvil suspendido durante un tiempo -para evitar la eventual activación a distancia de paquetes explosivos- y los niveles de alerta en Nueva York y Washington DC elevados.

Las autoridades investigan el origen de las explosiones, que tuvieron lugar en torno a las 15.00 hora local (19.00 GMT), cuando había corredores cruzando la línea de meta y decenas de espectadores todavía en las calles.

El maratón de Boston, donde era día festivo, es "el más prestigioso del mundo", según los organizadores. La de este año era su 117a edición.

Es una de las cinco pruebas que configuran el World Marathon Majors, competición internacional que agrupa, desde 2006, a los cinco más grandes maratones del mundo (Nueva York, Chicago, Berlín y Londres, además del de Boston).

Las autoridades informaron de que un tercer "incidente con fuego", todavía no aclarado, tuvo lugar poco después en la biblioteca presidencial John Fitzgerald Kennedy de la ciudad. "No estamos seguros de que estos incidentes estén relacionados, pero estamos trabajando sobre la hipótesis de que lo estén", dijo un portavoz policial.

El comisario de la policía de Boston, Ed Davis, indicó que todavía no hay detenidos mientras el FBI ha iniciado una investigación.

La biblioteca presidencial JFK, dedicada al expresidente de EE.UU. y exsenador por Massachusetts, alberga documentos originales de la administración de Kennedy, así como correspondencia, y material inédito de varios autores, entre ellos de Ernest Hemingway. Al parecer no hubo heridos en la biblioteca, ni han resultado dañados los archivos.

La policía de Boston también indicó que por el momento todas las investigaciones siguen abiertas y que no se dispone de conocimiento suficiente como para poder valorar las causas.

El Centro Médico de Boston aseguró estar tratando a decenas de pacientes, entre ellos a dos niños, quienes se encontraban en el área cercana a la línea de meta de la maratón.