Otra vez se fue al limbo el sueño de Sergio García de conquistar su primer Grand Slam. Como suele sucederle, perdió la batalla mental contra sí mismo, y cuando mejor estaba jugando, cuando solamente un golpe lo separaba del liderato, se hundió. Volvió a sucederle en el Open Británico, como hace 365 días le ocurriera ante Rory McIlroy. «Ha sido un torneo bonito, con condiciones muy duras y con mucha gente jugando muy bien, no lo esperaba», reconocía el de Borriol poco después de terminar.

Dos ´boggeys´ consecutivos en el 12 y en el 13 sepultaron sus opciones de auparse con el primer ´major´ de su carrera. Ahí fue consciente que la oportunidad se le volvía a esfumar y y no fue capaz de levantar el vuelo hasta terminar en sexta posición a cuatro golpes de Mark Leishman, Zach Johnson y Louis Oosthuizen, vencedor en 2010 del torneo, que tuvieron que decidir el campeón en un desempate a cuatro hoyos (1, 2, 17 y 18), del que resultó vencedor el estadounidense Zach Johnson.

García arrancó la jornada con fuerza, con dos ´birdies´ en los tres primeros, y llegó con vida hasta el fatídico hoyo 12, momento en el que debía atacar el liderato del torneo. En ese momento le entraron las dudas y no soportó la presión, falló en el momento clave y terminó la jornada dos bajo par para 277 golpes totales.

Toca pensar en el PGA

Finalizado ya el Open Británico, Sergio Gacía ya piensa en el PGA Championship, que este año se jugará en Whistling Straits, en Wisconsin a mediados de agosto. «Estoy siendo bastante sólido en los grandes. Allí tendré que darle muy fuerte para tener alguna opción».