Las consecuencias de la agresión que sufrió el árbitro alicantino Dani Orts en el partido entre el Vinaròs y el Benetusser en la fase de ascenso a segunda nacional no se han hecho esperar. El jugador, Eddy Córdoba, que golpeó al colegiado ya ha sido apartado del equipo y está a la espera de la sanción que le llegue de la Federación. «Hasta el miércoles que se reuna el Comité de la Federación Española no sabremos nada y luego habrá que esperar a ver qué dice la valenciana. Nosotros ya hemos apartado al jugador del equipo porque es intolerable lo que hizo» confesaba a Super, Joaquín Sanz, presidente del CBM Vinaròs.

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El jugador del club castellonense se expone a una durísima sanción por parte de la Federación que puede llegar hasta los cuatro años de castigo sin poder jugar. El árbitro está preparando el informe y lo presentará durante esta semana alegando «premeditación y alevosía» al margen de un parte de las lesiones causadas por la agresión. «La sanción puede ser tanto económica como deportivo y esperamos que sea ejemplar ya que en los casi 50 años de historia de este club, nunca habíamos vivido nada parecido. Esta acción ensucia el nombre del club y eso es inaceptable» insistía un apenado Sanz que aún no daba crédito a lo sucedido el domingo. «No quiero excusarle porque no hay excusa que valga, pero es un chaval del que nunca me lo hubiera imaginado. Estoy en estado de shock, no entiendo cómo ha hecho esto. No sé qué le pasó por la cabeza, es una falta muy, muy grave, e injustificable, pero no me puedo creer que este chico lo haya hecho», confesaba el presidente.