La XXIV Travesía a Nado al puerto de Valencia vivió el pasado domingo un hecho insólito. Por primera vez, y contra pronóstico, una mujer se imponía en la prueba acabando con 24 años de dominio masculino en esta cita. «La verdad es que no me lo esperaba. Los chicos están muy fuertes y era muy complicado. Para mí es una inyección de confianza muy importante», explicó a SUPER Carolina Pradas (CN Castalia Castellón).

La joven nadadora de Picassent, de 19 años, logró un crono de 25.55, rebajando en más de dos minutos su tiempo del pasado año. Por detrás, a siete segundos acabó Iván Moreno, del CN Fénix Manises (26.02), y algo más alejado Víctor Manuel Moreno, del CN Sedaví (26.26). «En el grupo de delante estuve unos 500 metros. A partir de ahí decidí apretar y sacar distancia porque si no sabía que al final me ganarían. Me salió bien, supe regular y acabar primera», explicó.

«El nivel era muy alto, igual o más que el año pasado ya que entonces estos mismos nadadores me superaron. Pero yo he subido un escalón», confesó la valenciana, que venía de ganar hace un mes la Travesía de Pinedo en categoría femenina. Algo a lo que está acostumbrada tras imponerse en féminas en 2015 en las pruebas de Dénia, Almenara, Pinedo y también en el Puerto de Valencia, aunque entonces fue cuarta en la general.

Nada desde los tres años y, tras pasar por la Escuela de Picassent y el Club Valenciano de Natación, ahora compagina los entrenamientos diarios en el Centro de Tecnificación de la Petxina de la mano de Gustavo López, con los del fin de semana en el CN Castalia Castellón con Vicente Richart. Con jornadas de casi 16 horas —desde las 5 de la mañana hasta las 9 de la noches—, en las que combina entrenamientos con sus estudios en 2º de Bachiller, su idea es «seguir preparándome, mejorando y ver hasta donde puedo llegar. Mi objetivo es estar en unos Juegos Olímpicos pera aún me queda mucho. Estar en unos Europeos también estaría bien», aseguró.

Eso sí, aunque también trabaja en piscina lo suyo son las aguas abiertas. «Me gusta mucho nadar en el mar, me siento más libre», subrayó Pradas, que este domingo volverá a competir en Dénia antes de afrontar las Travesías de Gandia, el 15 de agosto, y Antella a finales del próximo mes. «Supongo que ahora me vigilarán más los rivales pero yo voy a ir a lo mío. No me importa lo que hagan los demás», comentó, aunque reconoce que todavía tiene mucho por mejorar, sobre todo a nivel mental. «La cabeza es mi punto débil. A veces me vengo abajo cuando veo que no puedo y eso hay que corregirlo. Estoy en ello», concluyó.