La de quién será el entrenador no es una decisión que deba tomarse a la ligera ni a espaldas de la afición. Lo primero está claro y lo segundo no significa que haya que traer sí o sí al que la gente quiera. Es decir, a Luis García, ganador por mayoría absoluta en las encuestas. Lo que significa es que, igual que con Rubi, tan importante es lo que la voluntad popular quiere como lo que no. Hay candidatos que despiertan ilusión cero y tenerlo en cuenta no es síntoma de debilidad sino de inteligencia. A partir de mañana, con la Liga acabada en Segunda a falta del play-off, las cosas deben acelerarse. Hay que rematar el casting y comunicar la elección que más va a marcar al nuevo Levante del ascenso.

Otro marrón más en la lista

De los casos más singulares

Para Tito y Carmelo, el sólo hecho de separar el grano de la paja ya lleva lo suyo. Dentro de las cosas con las que están encontrándose los nuevos responsables deportivos, a estas alturas ya estarán al día de lo de Camarasa. El suyo es, sin duda, uno de los casos más peculiares de la actual plantilla. De acuerdo en que no es normal que después de tanto canto de sirena nadie haya llamado a la puerta (que se sepa). Pero tampoco lo es que no se le saque brillo a su vitola de internacional sub-21, haya estado su temporada a la altura o no. En su día Camarasa peleó por venir al Levante y ahora percibirá en Segunda el mínimo profesional (60.000 euros). Algo raro pasa ahí. ¿En qué posición lo tendrá Tito en su lista de prioridades?

Buen paso; hacen falta más

La campaña que hacía falta

A la espera del técnico, la campaña de abonos del Levante es la que tocaba. Ni más ni menos. Una apuesta a la altura, al estilo de la que el Elche hizo en su día no para premiar sino para «compensar» el esfuerzo de sacarse el pase en Segunda. La apuesta es un acierto, pero hay que hacer todavía más para ilusionar al personal. Ésa es la asignatura pendiente en estos momentos de desgaste en los que sólo con la cara nueva de Tito no parece suficiente para hacer borrón y cuenta nueva.

Ojo a la grada de animación

Hay que hablar y arreglarlo

Tanto el club como los Levante Fans deberían haberse avisado el uno al otro de lo que iban a hacer. Si es cierto que lo de las huellas dactilares, como en otras gradas de animación, viene impuesto por la Liga, la verdad es que la cosa pinta mal. Pero hablando se entiende la gente y eso es lo que las partes deben continuar haciendo estos días para arreglarlo pronto.

Fichajes del perfil de Molina

El equipo de los valencianos

Con independencia de si al final se cierra su fichaje o no, Molina está como mínimo encima de la mesa y atendiendo a su perfil es fácil hacerse una idea de por dónde van a ir los tiros en cuanto a fichajes. El de Alcoi es uno de esos futbolistas que cumplen con dos de los requisitos para venir a este Levante. A saber, su condición de valenciano y de futbolista competitivo tanto en Segunda como en Primera.

Rafael Martins, abandonado

Diez meses sin darle un toque

Está bien revalencianizar el equipo, pero tampoco hay que meter a todos los foráneos en el mismo saco de los que este curso han fallado. Que en 10 meses nadie haya llamado aún a Rafael tiene delito.

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