David Ferrer inaugura su decimoquinta temporada como profesional con un título que le llega como agua de mayo. Desde febrero de 2014 en Buenos Aires, el de Xàbia no había levantado un título -tres finales seguidas perdidas-. En Doha, se reencontró con la gloria derrotando en la final al checo Tomas Berdych y sucediendo Rafa Nadal, que este año tuvo que conformarse con ganar en dobles. Ya lo dice el refrán, después de la tormenta llega la calma, tras un final de temporada algo convulso cambiando hasta tres veces de entrenador -cuando hasta entonces había estado siempre con el mismo, Javier Piles - bajando del número tres en la clasificación ATP al diez y quedándose sin participar en la Copa de Maestros por primera vez en los últimos diez años -aunque finamente jugó un partido en sustitución de Milos Raonic que cayó lesionado- el valenciano ha renacido en 2015. El de Xàbia volvió a ganar en una pista dura y mostrar destellos de la pasión por el tenis que siempre le ha caracterizado. A Ferrer aún le queda mucha cuerda.

«David nunca se cansa, le he visto jugar durante cinco horas y después disputar al día siguiente un partido de Copa Davis», dijo Berdych. Después de una semifinal en la que tuvo que esquivarlos 30 saques directos de Ivo Karlovic y que se decició tras tres ´tie-breaks´, había dudas sobre si las piernas de Ferrer a sus 32 años iban a aguantar una final de alto nivel ante el número siete del mundo. Las dudas se disiparon pronto. Los años no pasan para el tren inferior del de Xàbia. Su trabajo le cuesta. Junto a su nuevo entrenador, Paco Fogués, Ferrer ha realizado una pretemporada larga y dura en la que ha puesto especial atención al trabajo físico, incluso por primera vez ha introducido en su rutina las pesas en las piernas. Su saque y sus golpes cortados han sido dos de los puntos de su juego en los que más se ha centrado, como él mismo confesó tras la semifinal ante Karlovic. Todo con un propósito, estar una año más en la elite del tenis mundial. Y para empezar, un título.

Se trata de vigésimo segundo título individual de Ferrer en un torneo de la ATP, siendo el anterior en Buenos Aires 2014, que logró en febrero. Es el noveno que logra en pista dura, por los 11 que posee en arcilla y los dos de hierba. El partido, que suponía el decimotercer enfrentamientos entre Berdych y Ferrer (ocho triunfos ya para el español), estuvo en todo instante dominado por el de Xàbia que supo marcar el ritmo desde el fondo de la pista y contrarrestar el buen y potente servicio de Berdych que, pese a los seis puntos directos realizados (5 en el primer set), concedió ocho bolas de rotura (salvó cuatro). Los únicos problemas para Ferrer llegaron en el noveno juego de la segunda manga, cuando cedió con su saque tres bolas de set a un Berdych que de haber ganado una de ellas hubiera forzado un definitivo tercer set.

Baja en Auckland

Ferrer hace un alto en el camino para saborear el triunfo en Doha y preparar a conciencia el Abierto de Australia que arranca el 19 de enero en Melbourne. El de Xàbia tenía previsto participar en el torneo de Auckland donde defiende los 90 puntos logrados en la semifinal del año pasado, sin embargo se ha dado de baja del torneo, aunque sí que viajará a Nueva Zelanda para cumplir con sus compromisos publicitarios con los patrocinadores y con los aficionados.

Anfitrión Beckham : De David a David

David Beckham fue el encargado de darle el título de campeón a David Ferrer que bromeó diciendo que el año que viene volverá «para ver otra vez a Beckham».

Chennai: Bautista se queda sin final

Roberto Bautista fue eliminado por el esloveno Aljaz Bedene por 3-6, 6-3 y 7-6(8) en las semifinales de Chennai. El número 156 de la ATP jugará la final contra Stan Wawrinka.