El Valencia Basket cayó el pasado martes ante el Limoges, en la tercera jornada de la segunda fase de la Eurocup, en el que fue su primer tropiezo de la temporada pero también su derrota más abultada como local en competiciones europeas.

El equipo que dirige Pedro Martínez cayó por un amplio 72-92 que supone un doble contratiempo, pues el 'basket average' puede resultar decisivo para la clasificación para los octavos de final y también para definir el factor cancha en todas las eliminatorias e incluso en la final.

De los 135 partidos que el club valenciano ha disputado ante su público en las dieciséis temporadas en las que ha competido en Europa sólo ha perdido veinte, incluida ya la derrota ante el conjunto francés, pero nunca hasta ahora había perdido por veinte puntos.

Hasta ahora, su tropiezo más abultado ante su público se produjo en la primera jornada de la primera fase de la Euroliga de la temporada 2010-11, cuando cayó por dieciséis puntos en la visita del Panathinaikos (56-72).

De hecho, es la primera vez que pierde como local por más de diez puntos en una competición que no sea la Euroliga, la más importante del baloncesto continental.

Fuera de la Euroliga, su peor derrota como local fueron en las semifinales de la Eurocup de la campaña 2012-13, ante Lokomotiv Kuban, en las que perdió en el partido de ida por 87-97.

El equipo valenciano afrontará ahora dos partidos seguidos como visitante en la Eurocup, el primero en la pista del Limoges y el segundo en la del PAOK griego (al que ya ganaron eñl primer partido por 78-62), y cerrará esta segunda fase de nuevo en la Fonteta ante el EWE Baskets Oldenburg, al que vencieron en Alemania 89-108.