El Valencia Basket, a sólo tres días del ser o no ser en la Eurocup, cosechó su primera derrota de la Liga Endesa ante un Laboral Kutxa que rompió el equilibrio en el tercer cuarto. Aún así los valencianos, que echaron mucho en falta el acierto de su línea exterior, estuvieron cerca de obrar el milagro en un tramo final en el que los errores desde el 6,75 y desde la línea de tiros libres resultaron claves. La parte positiva es que, pese a la derrota, los de La Fonteta se mantienen al frente de la clasificación con un balance de 18-1 y todavía con una victoria de diferencia sobre el FC Barcelona Lassa.

Duelo espectacular el que deparó el primer cuarto entre entre Darius Adams y Justin Hamilton. El base de Illinois trajo por la calle de la amargura al Valencia Basket en los primeros compases con 11 puntos consecutivos, todos los de su equipo, en poco más de tres minutos (11-5; min. 3). El de Newport, por su parte, mantuvo a flote a los suyos con una exhibición ofensiva que se prolongó durante nueve minutos. Los que estuvo en pista antes de ser sustituido por Bojan Dubljevic. En ese tiempo anotó 16 de los 17 puntos de su equipo (el otro fue un tiro libre de Sikma), capturó 4 rebotes, robó un balón y se fue hasta los 19 de valoración, justo la misma con la que acabaron los taronja el primer cuarto.

Un cuarto que el Valencia Basket acabó cuatro puntos abajo (21-17; min. 10) en parte debido al alto porcentaje en triples de los locales -4/6 (66%)- y también a la acumulación de pérdidas y errores no forzados en momentos puntuales. Algo en lo que insistió especialmente Pedro Martínez de cara al segundo cuarto, en el que también demandó una mayor aportación del perímetro. Sin embargo, con Dubljevic también en estado de gracia, y teniendo en cuanta las ausencias interiores de Shengelia y Davis Bertans en el equipo vasco, los valencianos continuaron sacando petróleo de su juego interior en los minutos posteriores. Además, la defensa mejoró sustancialmente y eso permitió a los de La Fonteta ponerse por delante en el electrónico por primera vez desde el 0-2 inicial (23-25; min. 14).

El Valencia Basket, gracias a su solidez atrás, empezaba a sentirse cada vez más cómodo sobre la pista. Y más después de los primeros puntos de su línea exterior gracias a la conexión entre Vives y Lucic con una increíble alley oop (24-29; min. 16). Luego aparecería también Rafa Martínez para, desde la línea de tiros libres, instaurar la máxima renta para los taronja (26-33; min. 17). El nerviosismo hacia acto de presencia en el Buesa Arena, con un Laboral Kutxa que protestaba ya cada decisión espoleado por la presión del público.

Los árbitros acusaron esa presión extra en sus decisiones en el tramo final antes de llegar al descanso. Rafa Martínez sería el gran damnificado con una tercera personal que obligó a dar entrada a Jon Stefansson, milagrosamente recuperado para el encuentro después de atravesar un virus gástrico en los últimos días. Pero el equipo valenciano, tras encajar un parcial de 6-0, supo aguantar el tipo para marcharse a los vestuarios todavía con ventaja (34-35; min. 20).

Ventaja que tras la reanudación se disparó de forma fugaz hasta los seis puntos después de dos buenas acciones de Sikma y Hamilton (34-40; min. 21). Fue un espejismo. El Laboral Kutxa aumentó la presión sobre las líneas de pase, incluso a toda pista, y al Valencia Basket le costó superar esa agresividad. Las malas selecciones y las pérdidas desembocaron en un parcial de 14-4 que dio completamente la vuelta al encuentro (48-44; min. 26). Adams y Tillie estaban haciendo un roto y a Pedro Martínez no le quedo otra que parar el partido en busca de soluciones. Sirvió de poco, entre otras cosas porque el equipo taronja no daba con la fórmula para acertar de cara al aro rival. Todo lo contrario que el Baskonia, al que su esfuerzo defensivo le dio alas en ataque para casi romper el partido (57-46; min. 29).

Algo que practicamente consiguió a los dos minutos del último cuarto, cuando la renta se disparó hasta los quince puntos con tres tiros libres de James (63-48; min. 32). A partir de ahí, ya fue un querer y no poder para el Valencia Basket, que al menos pudo salvar el basket average de siete puntos que tenía con el equipo de Velimir Perasovic. Y eso que oportunidades no le faltaron después de frenar la sangría baskonista en ataque y alternar defensas individuales con otra zonal. Pero no era el día. Con un 5/20 (25%) en triples y siete tiros libres fallados es complicado ganar a cualquier equipo, pero más a uno del nivel y potencial del Laboral Kutxa.